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Zona de libre comercio postergada a marzo Ante el fracasado intento de lograr una zona de libre comercio sudamericana este año, la Comunidad Andina y el Mercosur buscarán ahora llegar a un acuerdo en marzo próximo, durante un encuentro ministerial de ambos bloques. El canciller de Venezuela, Miguel Angel Burelli, dijo que las diplomacias de los nueve países acompañarán activamente el proceso negociador para "sacarlo del ámbito técnico", donde "quedó demostrado que no hay capacidad de remover los obstáculos" entre las posiciones de los dos bloques y el ministro de Industria y Comercio, Freddy Rojas, aseguró que el encuentro de cancilleres y de titulares de Comercio de los nueve países, realizado a mediados de diciembre en Montevideo, "fue muy auspicioso y permitió establecer un cronograma destinado a tener un acuerdo en marzo". El dirigente empresarial venezolano Pedro Carmona, muy ligado al proceso de integración, acotó que los ministros del Mercosur "parece que percibieron finalmente que del otro lado tienen también un bloque y que no se puede negociar en base a toma o déjalo". En febrero se producirá en Lima, donde está la Secretaria General de la Comunidad Andina, una reunión de viceministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de los dos bloques, y en marzo "la idea es concretar el acuerdo en un encuentro ministerial". En espera del acuerdo, los ministros del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) prolongaron por seis meses más los acuerdos de preferencias comerciales bilaterales que sus miembros mantienen con los de la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela). El canciller venezolano admitió que las negociaciones se resintieron desde noviembre por dos elementos que influyeron especialmente entre los socios del Mercosur. Se trató de "un freno sicológico" originado por el fracaso del gobierno de Estados Unidos en lograr la facultad de la llamada "vía rápida" de su Congreso y la urgencia en atajar el impacto de la crisis asiática, que desequilibró la economía de Brasil y creó un "efecto dominó" en el área. La falta de la "vía rápida" frena a su vez el ritmo de las negociaciones que se lanzarán en abril para lograr un Area de Libre Comercio de América (ALCA) antes del 2005 y hace menos urgente mostrar un frente consolidado ante Washington por parte del Mercosur. El deseo del Mercosur de presentarse ante Washington como el interlocutor latinoamericano privilegiado en las negociaciones del ALCA incentivó al bloque a acelerar las discusiones con la Comunidad Andina, para lograr un acuerdo de liberalización este año. Por parte andina, la voluntad negociadora se mantuvo muy firme, aseguraron Burelli, Rojas y Carmona. "Pero no se podían aceptar peores condiciones que las obtenidas por Chile en materia de plazos de desgravación, cuando estamos ofreciendo un mercado de casi 100 millones de personas", dijo el canciller venezolano. Chile tiene desde comienzos de este año un acuerdo de liberalización progresiva con el Mercosur, en que el plazo para dejar en cero todo el intercambio es de 18 años. El Mercosur planteó a la Comunidad Andina un plazo general de 12 años, con un pequeño grupo a desgravar en 15 años, así como un porcentaje de parte nacional de 60 por ciento para que los productos puedan beneficiarse de la apertura, cuando en el bloque andino opera el nivel de 40 por ciento. En tanto, la Comunidad Andina pretendía dejar fuera de la negociación una parte sustancial del sector agrícola, lo que se oponía a los intereses del Mercosur, cuya oferta es altamente competitiva en esa área. Los andinos pretendían además incluir una salvaguardia adicional para el universo agrícola. Pero lo que aparentemente fue decisivo para el impasse final en la negociación técnica entre los dos grupos fue "la existencia de rigideces" por parte del Mercosur, según el análisis de Carmona, quien ha participado en el proceso negociador por el sector privado local. La rigidez, explicó, fue dada por el hecho de no responder a las sucesivas propuestas andinas -con paulatinas concesiones propias de una negociación- sino con la misma propuesta inicial. "El encuentro ministerial fue muy útil porque se presentaron todos estos problemas y la Comunidad Andina brindó una secuencia muy detallada de los pasos acaecidos, que ayudó a una percepción de nuestros colegas de elementos que antes no tenían", precisó Rojas. Bolivia tiene operativo desde abril un acuerdo asimétrico de liberalización con los cuatro socios del Mercosur, pero participa como "observador activo" en las negociaciones porque la idea es que converja posteriormente con el acuerdo global. (IPS) |