Finanzas | |
Rusia Una crisis diferente con efectos similares Sea lo que sea lo que desató la crisis en Rusia, ésta ya está muy avanzada y el resultado predecible es la aplicación de reformas económicas sin haber creado de antemano estructuras institucionales como para una economía de mercado, anunciaron economistas de diversas instituciones de la Organización de las Naciones Unidas. Por Chakravarthi Raghavan
Si bien habrá impactos negativos generales y sus efectos serán visibles en América Latina -aunque ésta no tenga una exposición crediticia directa con relación a la economía rusa-, en países como China e India los efectos serán menos perjudiciales, manifestó Yilmaz Akyuz, economista principal de la UNCTAD y uno de los autores de los informes sobre comercio y desarrollo de dicho organismo. India y China están en mejor posición en términos de préstamos extranjeros en la medida que su banca nacional no está tan expuesta a este tipo de préstamos. India es tal vez uno de los países mejor administrados en materia de exposición externa, agregó Akyuz. En cambio los países latinoamericanos están mucho más expuestos a los efectos del contagio financiero, si bien también China tiene para resolver el problema de la exposición crediticia de Hong Kong. Akyuz concordó en que ya sea en términos de su incidencia en la economía mundial como en términos de la producción mundial (1,5 por ciento del PIB del mundo) o en términos del comercio mundial (uno por ciento), la economía rusa tiene mucho menos peso que las economías asiáticas afectadas desde el año pasado. No obstante, gran parte del comercio y de la exposición crediticia rusa es con Europa, y el impacto financiero de la crisis rusa, en términos de sus consecuencias en los mercados financieros mundiales, ha sido tan importante como la de octubre de 1997, expresó. Los efectos de la crisis En el caso de Asia, se especuló que los efectos mundiales de la crisis tendrían lugar a través del crecimiento de las exportaciones y una mayor penetración de los mercados de los países industrializados. Si bien esto todavía no ha ocurrido, Asia ya ha aplicado reducciones a las importaciones. El impacto de la crisis en Rusia está altamente concentrado en los mercados de la energía. El riesgo es que si Rusia no tiene otras alternativas para resolver los problemas de su balanza de pagos, en los próximos meses puede caer en la tentación de inundar los mercados de la energía, lo que pondría en un serio aprieto a varios países productores de energía. También es importante el efecto de la crisis en la evaluación general de los riesgos y el desplazamiento a la calidad por parte de los mercados emergentes. Incluso antes de la crisis hubo un aumento del margen de riesgo de estos mercados, el que ahora aumentó considerablemente encareciendo mucho más el dinero para esos mercados. En cuanto a la exposición crediticia mundial con respecto a los mercados rusos, y la moratoria, la información disponible es mucho menor que en el caso de Asia, y muy poco puede decirse con certeza al respecto. A diferencia de la crisis asiática, en el caso de Rusia había deudas en moneda nacional y deudas en moneda extranjera. Las deudas en rublos son probablemente del orden de los 40.000 millones de dólares sin valor monetario estimable. En cuanto a las deudas internacionales, hubo inversionistas institucionales que incurrieron en deudas en rublos. Nadie sabe el valor real, pero se estimó en unos 10.000 a 20.000 millones. No obstante, los bancos rusos han utilizado la deuda pública que tienen como recompra (repos) para pedir prestado a los bancos extranjeros, y el riesgo monetario inicial fue absorbido por los bancos rusos. Pero a medida que se han ido sucediendo los eventos, el riesgo monetario ha pasado a los prestamistas internacionales y el valor es cero. Algunos de los inversionistas internacionales tal vez hayan cubierto sus operaciones, pero con bancos rusos que son insolventes. Las estimaciones del Banco de Pagos Internacionales (BPI) ubican los préstamos de la banca extranjera en 70.000 millones de dólares, pero no queda claro cuánto es directo y cuánto recompra. Se dice que la exposición crediticia de los bancos alemanes es de 30.000 a 40.000 millones de dólares, la de Estados Unidos 7.000 millones, la de Japón cero y la de los bancos franceses de 7.000 a 8.000 millones de dólares. Gran parte de la deuda bancaria está concentrada en Europa, pero parte de la misma está asegurada por los gobiernos en términos de créditos comerciales. El total de la exposición crediticia a los riesgos cambiarios es mucho mayor en el caso de Rusia que en el de Asia, pero en términos de riesgos crediticios es mucho menor que en el caso de Tailandia, Indonesia y Corea del Sur, si bien es mayor el riesgo cambiario. El economista principal de la Comisión Económica para Europa, Paul Rayment, señaló desde 1990, en momentos en que se anunció el consenso de Washington y se lo imponía en Rusia y otras economías de transición, que la Comisión Económica para Europa había cuestionado la conveniencia de impulsar los principios del mercado a esas economías sin contar de antemano con toda la gama de mecanismos institucionales que son fundamentales para el mercado. "Esta crisis económica, de hecho es una crisis intelectual y es resultado de la forma en que predicamos las políticas para las economías en transición", agregó. Ives Bethelot, jerarca de la Comisión Económica para Europa, observó que se había tratado de ignorar a la ONU y los aportes intelectuales que había hecho. Sugirió que era necesaria cierta "humildad", y que la ONU se afirmara en estas materias. En cuanto a la crisis rusa, Akyuz dijo que hay una serie de canales de contagio. Uno es el de las evaluaciones generales que los inversionistas hacen acerca de las inversiones en los países en desarrollo. El otro es que los inversionistas que pierden en un mercado emergente tienden a vender en otros mercados emergentes para compensar las pérdidas. Ambos factores tienen repercusión en América Latina. Otro economista de la UNCTAD, Andrew Cornford, dijo que los nuevos pronósticos para América Latina son malos. El optimismo anterior se basó en que esas economías obtendrían fondos de divisas para compensar los déficit de cuenta corriente. Akyuz manifestó que si bien es difícil decir quién o qué desencadenó la crisis rusa, la fragilidad subyacente de la economía rusa ha estado presente desde hace mucho y en realidad se trataba de una crisis latente, pronta a estallar. El colapso del mercado de la energía provocado por la crisis asiática convirtió lo que era un excedente en Rusia, en un déficit, señaló. En este caso, a diferencia del de Asia, se trata mucho más de una crisis "gestada en casa". Pero a cualquiera que haya seguido la crisis asiática no le sorprende la crisis de Rusia. Rayment indicó que Occidente le estaba diciendo ahora a Rusia: "si aplican las reformas, les daremos ayuda". Pero esto presupone que el camino de la reforma propuesto es el correcto. "Lo que decimos en la Comisión Económica para Europa es que si desean reformar (la economía rusa), deben aplicar los elementos cruciales que fueron abandonados, en primer lugar", dijo. Es una crisis política, económica y social. Habrá un resultado y tal vez otro paquete de salvataje. Pero las inversiones y el crecimiento económico de la economía real no ocurrirán sin reformas fundamentales en las estructuras institucionales. Berthelot expresó que la crisis rusa había puesto
nuevamente de relieve la necesidad de una actitud de
modestia de parte de quienes brindan asesoramiento. Se
ignoraron en gran medida los consejos del sistema de la
ONU y hubo un esfuerzo deliberado por no escucharlos ni
entrar en el debate intelectual. Es importante para la
ONU dar pie a este desafío y contribuir a las diversas
opiniones en materia de desarrollo y relaciones
económicas internacionales. |