Crisis financiera | |
Crisis del LTCM echa por tierra varios mitos La crisis del fondo con cobertura de riesgo Long-Term Capital Management (LTCM) ha dejado al desnudo conceptos erróneos propagados por el Norte sobre los fondos con cobertura y echa por tierra varios mitos sobre el sistema financiero mundial. Este episodio pone en evidencia las irresponsables prácticas de préstamo de los bancos occidentales y el uso del endeudamiento relativo al capital como factor fundamental de estos fondos. El rescate del LTCM, a su vez, dejó a las autoridades financieras de Estados Unidos expuestas a la acusación de practicar el mismo "capitalismo amiguista" que a menudo atribuyeron a los países asiáticos en crisis. Por Martin Khor
Algunos de los países asiáticos afectados (Malasia hace un año y más recientemente Hong Kong) habían reclamado que los países occidentales y el FMI adoptaran alguna medida contra los fondos con cobertura para impedir que su agresiva especulación destruyera las monedas y desestabilizara las economías. Pero estos llamados fueron desechados e incluso denostados. Los fondos con cobertura están funcionando magníficamente, dijeron sus poderosos defensores; ayudan a mantener andando la rueda de las finanzas mundiales. Mitos destruidos Los hechos y revelaciones que surgen del caso del LTCM echaron por tierra tres cosas: * El manto de complacencia y protección que las poderosas autoridades financieras del Norte tendieron sobre los fondos con cobertura para negar la amenaza potencial que presentaban al sistema financiero mundial. * La reiterada negación por parte de las mismas autoridades de que los fondos con cobertura tenían el poder de movilizar mercados, incluso atacar a las monedas de los países en desarrollo y arruinar sus economías. * La pretensión de los dirigentes políticos del Norte y del FMI de que las compañías que fracasaran nunca debían ser rescatadas en la medida que esa es una regla de oro del mercado libre, un mensaje predicado por esos países a los países en desarrollo, pero ahora incumplido por las propias autoridades de la Reserva Federal de Estados Unidos. A pesar de que se hayan destruido esos mitos, no es muy probable que las autoridades occidentales hagan algo por disciplinar los fondos con cobertura. O en caso de que lo hicieran, podría ser para reducir los riesgos de las actividades de los fondos que amenazaran sus propios sistemas financieros. Seguramente no adoptarán medidas efectivas para impedir que los fondos con cobertura obtengan ganancias con la especulación de monedas o acciones de los países en desarrollo. El 23 de setiembre se supo que la Reserva Federal de Nueva York había organizado que 16 bancos fueran al rescate del LTCM, uno de los mayores fondos con cobertura de riesgo de Estados Unidos. El fondo tenía un capital de más de 4.000 millones de dólares, pero debido a las pérdidas de este año del orden de los 2.000 millones de dólares, se había reducido a 2.300 millones a fines de agosto, tendencia que continuó. Los bancos, muchos de los cuales habían hecho préstamos e invertido en el LTCM, inyectaron un monto nuevo de 3.500 millones de dólares en capital para mantener a flote la firma. Sin el rescate financiero, el LTCM se hubiera hundido y eso hubiera alterado la estabilidad financiera de Estados Unidos en la medida que el fondo estaba en el centro de una red enorme e intrincada de negocios financieros. La noticia fue alarmante ya que el LTCM estaba manejado por un equipo aparentemente imbatible, encabezado por John Meriwether, mago de Wall Street, y por premios Nobel de economía que inventaron complicados modelos matemáticos aplicados a los mercados financieros. Los banqueros tenían tanta confianza en este "equipo soñado" que les prestaron a raudales y también invirtieron en el LTCM. La segunda conmoción fue el elevadísimo valor de los préstamos obtenidos con relación al capital (leverage) del LTCM. El Financial Times reveló que la compañía había tenía un grado de riesgo en el mercado (en créditos) de 200.000 millones de dólares a principios de año. Ahora, todavía tiene una exposición crediticia de 100.000 millones de dólares. Una red de transacciones Como el capital del LTCM antes de la crisis estaba entre los 4.000 y 5.000 millones de dólares, esto implica que el valor de sus préstamos relativos al capital había trepado más de 40 veces. En otras palabras, por cada dólar de capital los acreedores le estaban prestando 40. Pero la red de transacciones tejida por los fondos con cobertura va mucho más allá de ese factor. La posición del LTCM en el mercado bruto nacional, agregándole el valor de todos los derivados pendientes y otros contratos financieros, podría ser varias veces eso, según el Financial Times (del 28 de setiembre). De acuerdo a las estimaciones, el valor bruto de los contratos del LTCM superaron el billón de dólares. El elevadísimo valor de los préstamos obtenidos con relación al capital de algunos fondos con cobertura tal vez no se hubiera conocido de no haber sido porque el LTCM enfrentó la posibilidad de quiebra, ya que los fondos son secretos y sin transparencia. El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, atacó el año pasado los métodos de especulación y manipulación de los fondos con cobertura que, según dijo, obtuvieron su poder financiero con los préstamos recibidos con un valor hasta 20 veces mayor al de su capital. En ese momento, las autoridades financieras internacionales no prestaron atención a esta crítica y prefirieron echar la culpa de la crisis asiática a las políticas nacionales. Los elementos que han salido ahora a luz le dan credibilidad a la afirmación de Malasia de que los fondos con cobertura tienen el poder de dominar los movimientos de los mercados financieros y que utilizaron ese poder en Asia. La forma en que se obtuvo el elevado valor de los préstamos relativos al capital fue descrito por el Financial Times (26-27 de setiembre) de la manera siguiente: "El LTCM pudo pedir prestado sumas tan grandes de dinero porque puso en funcionamiento una calesita: los activos fueron utilizados como colaterales para pedir dinero prestado con el cual se compraron más acciones que fueron entonces utilizadas como más colateral para pedir más dinero prestado y así sucesivamente". Como el préstamo estaba respaldado por el colateral (principalmente bonos del gobierno), las pérdidas netas no habrían excedido los 10.000 millones de dólares. El Financial Times argumenta que lo que estaba en juego no eran tanto esas pérdidas directas sino las pérdidas indirectas que habrían sufrido los bancos en sus propias posiciones si los mercados se hubieran derrumbado después del dumping de la cartera del LTCM. Esas pérdidas indirectas podrían haber sido mucho mayores y haber provocado la caída de otros bancos. En efecto, el propio sistema financiero podría haber sufrido un atascamiento. Justificando el rescate financiero, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, dijo al Congreso de Estados Unidos: "Si la crisis del LTCM hubiera desencadenado el atascamiento de los mercados, muchos actores del mercado podrían haber sufrido perjuicios importantes (...) y las economías de muchos países, incluido el nuestro, podrían haberse lesionado". Interconexiones Pero el rescate financiero no fue solamente para salvar al sistema. Una tercera conmoción fue la revelación de que tantos bancos prestigiosos y personalidades influyentes habían invertido y habían prestado al LTCM, dejando así en evidencia las estrechas interconexiones entre los bancos, los fondos con cobertura y los agentes individuales y funcionarios financieros. El mayor banco de Europa, el UBS, de Suiza, dejó aparte 682 millones de dólares para posibles pérdidas de sus negocios con el LTCM. El Banco de Italia (central) reveló que había invertido 250 millones de dólares de reservas extranjeras en el LTCM. Sumitomo Bank de Japón hizo una inversión de 100 millones de dólares y el Banco Desdner de Alemania calcula 143 millones de dólares de pérdida en esta inversión. Las autoridades financieras de Estados Unidos y las instituciones financieras involucradas en el rescate financiero son ahora criticadas por practicar un "capitalismo amiguista" al rescatar no sólo a sus propias instituciones sino también a sus directores, personal y amigos que habían invertido personalmente en el LTCM. El banco de inversiones Merrill Lynch tenía un grado de riesgo de 1.400 millones de dólares con el LTCM. Según el Financial Times, el presidente de la empresa tenía una inversión personal de 800.000 dólares en el LTCM y 123 de sus altos ejecutivos habían invertido 20 millones de dólares de su propio dinero en el fondo. El banco desempeñó un papel fundamental en el rescate financiero. Otra revelación es la falta de prudencia de las instituciones financieras occidentales en sus préstamos a los fondos con cobertura. Al FMI y a los países ricos les gusta burlarse de las instituciones financieras de los países en desarrollo por su sistema de préstamos poco estricto, y a los reguladores por no hacer su trabajo, lo que según dicen contribuyó a la crisis financiera asiática. Pero los bancos occidentales también han sido poco cuidadosos y los reguladores occidentales han sido omisos, como lo demuestra el caso del LTCM. Del mismo modo en que los bancos asiáticos hicieron préstamos excesivos para la compra de participaciones, los bancos occidentales prestaron descuidadamente a los fondos con cobertura para especular en los mercados financieros. John Plender, del Financial Times, informó que "los grandes bancos de inversión hicieron préstamos igualmente imprudentes a una firma que generó grandes volúmenes de negocios en valores y derivados comercializados para ellos". Por último, la crisis de los fondos con cobertura de
ninguna manera termina con el caso del LTCM. Ya hay más
crisis en puerta. Por ejemplo, el operador de fondos con
cobertura Everest Capital Ltd. perdió 1.300 millones de
dólares de los 2.700 que administraba a comienzos de
este año. Dos de sus fondos con cobertura sufrieron
pérdidas en los mercados emergentes, especialmente bonos
rusos y acciones latinoamericanas. También, la caída
del LTCM afectó a otro fondo con cobertura, el
Convergence Asset Management, cuyo valor cayó entre 15 y
20 por ciento en setiembre y 30 por ciento hasta la
fecha. Convergence tiene un capital de aproximadamente
500 millones de dólares, el valor de los préstamos es
hasta 15 veces mayor que su capital y se especializa en
el comercio de arbitraje de bonos. Es posible que haya
más conmociones entre los fondos con cobertura, que
pueden reportar grandes ganancias a sus dueños
millonarios pero también grandes pérdidas para sus
inversionistas, acreedores y el sistema financiero en su
conjunto. |