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Los Bancos continúan retirándose del Sur A lo largo de 1998 los bancos internacionales continuaron retirándose de las plazas financieras de los países del mundo en desarrollo. Así lo demuestra la última estadística bancaria consolidada del Banco de Pagos Internacionales (BPI) para fines de 1998. Esta tendencia ha sido el resultado del viraje "hacia la seguridad y la liquidez", luego de que en agosto de 1998 Rusia decretara la moratoria de la deuda, dice el BPI. La retirada de Asia ascendió a 28.000 millones de dólares en la segunda mitad de 1998, mientras que en Europa Oriental los títulos de crédito fueron recortados en 17.000 millones de dólares y en América Latina en 8.000 millones. Pero la salida de Asia en ese periodo representó la mitad de la primera mitad de 1998, lo que es otra prueba más del aflojamiento de las presiones financieras en la región. En América Latina se retiraron 12.000 millones de dólares de Brasil, compensados por algún aumento de los préstamos a otras economías latinoamericanas. La retirada de Europa Oriental fue atribuible esencialmente a los acontecimientos de Rusia, si bien otros grandes prestatarios de la región pudieron atraer fondos. Los países africanos sufrieron también la aversión al riesgo de parte de los bancos, aunque el negocio bancario continuó pujante en Medio Oriente. Según el BPI, esto confirma los informes que apuntan a una mayor disposición de los prestamistas a establecer diferencias entre los prestatarios de las economías de mercado emergentes y a prestarles financiamiento, si bien de una forma más conmensurada con los riesgos. En general, los títulos de crédito de los bancos del mundo en desarrollo de los cuales el BPI brinda información ascendieron a 705.900 millones de dólares a fines de 1998, frente a los 726.800 millones de mediados de 1998 y 769.500 de fines de 1997. De los títulos de crédito pendientes a fines de 1998, alrededor del 52,8 por ciento fue a corto plazo por un periodo de hasta un año inclusive, mientras que el 39,5 por ciento fueron títulos de crédito a más de un año. Hubo entonces una reducción general de la participación de los créditos a corto plazo (que ascendieron a 45,6 por ciento a mediados de 1998 y a 58 por ciento a fines de 1997). Esa disminución de la participación de los créditos a corto plazo ha sido particularmente pronunciada en Europa Oriental y América Latina. En el primer caso, esto en gran medida refleja las pérdidas en el valor del dólar del grado de exposición crediticia en Rusia. En América Latina la causa a ha sido la falta de renovación de los créditos a Brasil por los bancos. Las políticas activas destinadas a asegurar un financiamiento a más largo plazo (por parte de Argentina en América Latina, y Hungría en Europa Oriental) también condujeron a una prolongación de la estructura de los vencimientos. Los títulos de crédito a corto plazo para Asia también demostraron signos de estabilizarse a 52,5 por ciento, comparados con el 53 por ciento de mediados de 1998 y el 60,3 por ciento de fines de 1997. Hubo una reducción de cuatro puntos porcentuales en el crédito a corto plazo para Malasia, mientras que para China aumentó dos puntos porcentuales que lo ubicó en 54 por ciento. Los bancos locales pierden protagonismo Aproximadamente el 29,4 por ciento de los títulos de crédito fueron sobre el sector bancario, 16,2 por ciento sobre el sector público y 54,3 por ciento sobre el sector privado no bancario. La composición sectorial demuestra que el principal efecto del retiro de los mercados emergentes asiáticos ha sido la disminución del papel de los bancos nacionales en la canalización de los fondos de la banca internacional hacia las economías locales -una caída de dos puntos porcentuales en la segunda mitad de 1998 que llegó a un 35 por ciento a fin de año- y un aumento correspondiente de los títulos de crédito del sector privado no bancario. Los Bancos de Corea del Sur y Tailandia tuvieron que aguantar ese ajuste. En Tailandia, el peso del sistema bancario local en esa exposición de riesgo fue reducido a 22 por ciento, mientras que en América Latina fue de 53 por ciento. La retirada de capitales en Brasil también tuvo resultados similares, una reducción de dos puntos porcentuales en los títulos de crédito a los bancos locales pero un aumento en la proporción en manos del sector público. Los nuevos créditos en América Latina a los países vecinos también involucraron al sector público. Los bancos europeos continúan predominando y su cuota en el mercado emergente continúa en alza, aún cuando los mercados mundiales fueron golpeados por la peor crisis financiera aumentando a 58,8 por ciento a fines de 1998, comparado con un 57,5 por ciento a mediados de 1998 y 55,5 por ciento a fines de 1997. El mayor aumento del peso de los bancos europeos fue en relación con Europa Oriental, de 80 a 85 por ciento. El incumplimiento en el pago de los bonos del Tesoro de Rusia tuvo un fuerte impacto en las posiciones de los bancos norteamericanos, si bien la gran proporción de créditos a largo plazo con apoyo oficial en la exposición de los bancos alemanes contra Rusia aliviaron el impacto de la decisión de Rusia acerca del registro combinado de los prestamistas europeos. Como consecuencia de esto, la participación de los
Bancos alemanes en el total informado de títulos de
crédito contra Rusia aumentó de 41 a 53 por ciento.
Esto enmascaró el tamaño de las pérdidas evaluadas
para otros grupos bancarios europeos. Los bancos
japoneses continuaron encabezando la retirada de las
economías emergentes de Asia, cuya participación de 29
por ciento registra el índice más bajo en 14 años. La
retirada general de Brasil fue mitigada por préstamos
más activos de bancos de Estados Unidos, Alemania y
España a otros países principales de la región. |