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Tercera Reunión Ministerial de la OMC Clausura de Charlene Barshefsky
En los últimos cuatro días, participamos en negociaciones y discusiones intensas en una de las cuestiones básicas que enfrenta el mundo hoy en día: la creación de una economía comercial mundial para el próximo siglo. Los delegados asumieron algunos de los temas y decisiones de política más profundos e importantes, entre ellos temas que las Rondas anteriores no pudieron resolver, y asuntos que antes no habían sido presentados ante el sistema de comercio. Se encargaron de esos temas con buena voluntad y mutuo respeto, e hicieron avances en muchos de ellos. No obstante, los temas que tenemos ante nosotros son diversos, complejos y con frecuencia nuevos. Y junto con esto, descubrimos que la OMC superó procesos que anteriormente habían resultado apropiados. Una opinión que cada vez más se siente como necesaria y que en general es compartida por los miembros, es que exista un proceso que tenga un mayor grado de transparencia interna y abra posibilidades de participación, para dar lugar a un número mayor y más diverso de miembros. Es una combinación muy difícil de manejar. Forzó tanto la capacidad de contenido como de procedimiento de la reunión ministerial, y a medida que pasó el tiempo descubrimos que subsistían divergencias de opinión que no serían superadas rápidamente. La opinión colectiva, compartida por el director general, los presidentes y copresidentes de los Grupos de Trabajo y los miembros en general, fue que era mejor que nos tomáramos un respiro, realizáramos consultas entre nosotros y encontráramos formas innovadoras para culminar la labor. Por lo tanto, los ministros acordaron suspender el trabajo de la Conferencia Ministerial. Durante este tiempo, el director general puede consultar a las delegaciones y discutir formas innovadoras para zanjar los problemas de los sectores restantes en que todavía no se ha logrado consenso, desarrollar un proceso mejorado que sea a la vez eficiente e incluya a todos, y preparar el camino para una conclusión exitosa. La Conferencia Ministerial reanudará entonces su labor. Nuevamente, deseo agradecer al director general Moore, a la comunidad de Seattle y a todas las delegaciones por su esmerado trabajo y participación en estas conversaciones. Para mí, ha sido un honor y un privilegio trabajar juntos, y ansío continuar el trabajo en las semanas y meses venideros. El texto fue recogido de un sitio en Internet vinculado a la Representante Comercial de Estados Unidos, Charlene Barshefsky, en Washington. |