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El sistema decisorio y de cuotas del FMI La
necesidad de reformar el sistema de toma de decisiones de las
instituciones financieras internacionales y mejorar la participación
de los países en desarrollo fue uno de los temas claves de varias
delegaciones y panelistas presentes en la reunión regional del 3 de
agosto sobre Financiamiento para el Desarrollo. Es necesario una
reforma del sistema de cuotas del FMI y el Banco Mundial para que
refleje de mejor manera los intereses de los países en desarrollo,
dijeron varias delegaciones y panelistas. En
la reunión fue evidente la disconformidad por la forma en que se ha
marginado a los países en desarrollo del proceso de reforma y los
procesos de toma de decisiones del sistema financiero internacional.
Revertir esa situación se convirtió en uno de los puntos principales
de la reunión de Jakarta. En
la sesión de la mañana del 3 de agosto uno de los panelistas, Ariel
Buira, ex vicegobernador del Banco Central de México, dijo que la
legitimidad de las instituciones financieras internacionales está en
tela de juicio. “Somos conscientes de que en esas instituciones hay
una gran concentración de poder en unos pocos países y que eso tiene
que ver con el sistema de cuotas”, dijo. Buira se refería a la
distribución de los derechos de voto entre los estados miembros del
FMI y el Banco Mundial, ponderados según la cantidad de acciones de
capital de esas instituciones que cada uno tenga, las que son
asignadas de acuerdo a un sistema de cuotas. Un reducido número de países
desarrollados detentan la mayoría de las acciones asignadas por el
sistema de cuotas y por lo tanto pueden dominar el proceso decisorio
de las instituciones. Buira añadió que era importante crear en las
instituciones financieras internacionales un sistema que diera una
participación más amplia a la comunidad internacional. Otro
panelista, Aziz Ali Mohammed, en representación del Grupo de los 24,
reflexionó sobre el estado del debate en torno a la arquitectura
financiera internacional y dijo que un tema clave que no está
planteado pero debería estarlo, es la distribución del poder de voto
en el sistema financiero mundial. “Esta distribución deriva de una
fórmula totalmente arbitraria diseñada para perpetuar el dominio de
los países desarrollados”, declaró. Añadió que otro tema
importante hasta ahora ausente en la discusión es la forma de
gobierno interna del FMI. Dijo que son muy pocos los países que
ejercen influencia en el Directorio y el personal de la organización.
La proximidad del FMI al Tesoro de Estados Unidos genera una
influencia indebida, que no debería estar determinada en función de
la ubicación geográfica, añadió. Una
representante de la delegación china dijo que la crisis asiática dejó
en evidencia una debilidad inherente al sistema financiero actual. Hay
un reclamo generalizado que pide una reforma del sistema. Por otro
lado, se hace sentir la necesidad de una participación de la región
en el proceso de reforma. Señaló que ahora hay muchos foros y
organismos dedicados a discutir sobre la reforma y las reglas del
juego y que se están formulando normas en tal sentido. “Pero la
participación de los países en desarrollo es parcial o incluso a
veces se los excluye”, expresó. “Se pide a los países en
desarrollo que cumplan las normas y se ajusten a las reglas, y sin
embargo se nos deja fuera de las negociaciones que las establecen. Eso
es inaceptable y es necesario revertir esta situación. Se impone la
participación plena de los países en desarrollo”. Un
delegado de Corea coincidió en que la reforma de las instituciones
financieras internacionales debería estar en el centro de los
esfuerzos internacionales por construir una nueva arquitectura
financiera internacional. “Las instituciones financieras
internacionales deben funcionar adaptándose a los cambios del clima
económico”, opinó y añadió: “Hay que ajustar el sistema de
cuotas de forma que refleje los reclamos de los países miembros. Esto
fortalecerá la responsabilidad pública de la organización”. Hideaki
Kobayashi, representante permanente de Japón ante la ONU en Nueva
York y miembro de la junta del comité preparatorio de la reunión de
Financiamiento para el Desarrollo, estuvo de acuerdo en que es
necesario rever la asignación de cuotas en las instituciones
financieras internacionales. Tomando a su propio país como ejemplo,
dijo que Japón tenía una cuota de 6,8 por ciento, cuando debería
ser de alrededor del 10 por ciento. En comparación, la cuota de Japón
para las contribuciones a la ONU es del 20 por ciento, mientras que su
participación en el Producto Bruto mundial es del 14 por ciento.
“Es necesario que se haga una revisión profunda y se estudie el
tema de la asignación de cuotas”. No obstante, previno que las
normas del proceso decisorio de las instituciones de Bretton Woods
deben ser plenamente respetadas una vez que se logre acuerdo en torno
a ellas y de la misma forma habrá que respetar su jurisdicción. El
representante de Malasia, Tan Seng Sung, del Ministerio de Relaciones
Exteriores, dijo que es fundamental que en los foros internacionales
sobre reformas financieras exista una representación y participación
adecuadas de los países en desarrollo y emergentes. “Actualmente,
los países en desarrollo tienen una representación y participación
inadecuadas y los foros decisorios o de discusión están dominados
por los países desarrollados”, expresó. “Por lo tanto, es
necesario instrumentar reformas de las estructuras y procesos
decisorios de las instituciones financieras internacionales. Esto
equilibrará las tendencias actuales que se inclinan en favor de los
principios de libre mercado y postergan los problemas que enfrentan
los mercados emergentes. Habrá que tomar en cuenta, pues, los
distintos intereses y circunstancias de cada país en particular, cada
uno en diferentes estados de desarrollo”. El
representante permanente de Pakistán ante la ONU en Nueva York,
Shamshad Ahmad, dijo que la participación de los países en
desarrollo es importante para rediseñar la arquitectura financiera
internacional con vista a encaminarla a un desarrollo financiero.
“Pero la voz de los países en desarrollo en el proceso de reforma
ha sido silenciada”, dijo. “Sólo unos pocos países en desarrollo
están en el Grupo de los 20. Queremos foros transparentes y democráticos”.
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