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Simposio de la OMC Cuestionan negociaciones sobre competencia en Cancún En el simposio organizado en junio en Ginebra por la OMC se manifestaron distintos puntos de vista sobre la política de competencia. Mientras la Unión Europea elogió las supuestas virtudes de un acuerdo marco, representantes de países en desarrollo sugirieron que la OMC no es el mejor instrumento para promover el desarrollo mediante políticas de competencia. Por Cecilia Oh Varios oradores del simposio público "Desafíos en el camino a Cancún" advirtieron a los países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) contra el inicio de negociaciones sobre un acuerdo de competencia en la próxima Conferencia Ministerial, que tendrá lugar en Cancún del 10 al 14 de setiembre. La advertencia se formuló en una sesión llamada "Comercio y competencia: Mirando hacia Cancún". Posición de la Unión Europea Mauro Petriccione, un funcionario de Comercio de la Unión Europea, comenzó su argumentación a favor de las negociaciones diciendo que trataría de responder la siguiente pregunta: "¿Por qué nos empecinamos tanto (los europeos) en proponer un marco de competencia en la OMC?". Petriccione sostuvo que el objetivo de la Unión Europea es fortalecer la política de competencia en todo el mundo, y que la mejor forma de lograrlo es a través de la OMC. "La política de competencia es un componente esencial de la gobernanza económica. Aunque no es una panacea, ayuda a los gobiernos a tener un mejor marco", dijo. El funcionario negó que la propuesta de la Unión Europea esconda un objetivo de acceso a los mercados, pero luego dijo que no veía nada malo en pretender asegurarse el acceso a los mercados negociado en otros ámbitos e impedir que sea amenazado por el "comportamiento" de algunas empresas. Asimismo, destacó que la política de competencia es una parte clave de los acuerdos bilaterales que la Unión Europea ha negociado con países en desarrollo para fines de cooperación y asistencia técnica, y en este contexto, dijo, la OMC es sólo el último peldaño de la escalera. "La OMC es el ámbito donde se crean normas obligatorias, entonces puede crear un marco básico que permita a todos los Miembros tener un régimen de competencia sensato. Luego, el régimen podría desarrollarse de manera autónoma a nivel nacional", sugirió. En cuanto a Conferencia Ministerial de Cancún, sostuvo que la prolífica tarea desarrollada por el Grupo de Trabajo sobre Competencia de la OMC se debe a que se está preparando para la posibilidad de que se lancen negociaciones en la reunión. El funcionario admitió que muchos países en desarrollo no están convencidos, pero manifestó confianza en que cambien su posición. Preocupaciones de los países en desarrollo Luego habló Rajesh Aggarwal, de la misión de India ante la OMC. Aggarwal dijo que, así como Petriccione insiste "empecinadamente" en un marco de competencia, él insistía de la misma forma en advertir contra la introducción de ese marco en la OMC. "Debemos distinguir entre la necesidad de políticas nacionales de competencia y la necesidad de un acuerdo multilateral sobre competencia", señaló. El representante de India dijo estar consciente de la importancia de la política de competencia para el desarrollo, pero discrepó de la propuesta de la Unión Europea de usar la OMC como foro para establecer esa política. "India sostiene que cada país debe decidir por sí mismo", declaró. Como ejemplo de que la OMC no es el mejor instrumento para promover el desarrollo a través de la política de competencia, Aggarwal citó el caso del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIPS), cuyo impacto sobre el desarrollo parece cada vez más adverso. En cuanto a cuestiones de sustancia, el representante indio señaló que el principio de no discriminación, que los proponentes pretenden introducir en el acuerdo sobre competencia, genera preocupación en los países en desarrollo. Estos países no saben si la política de competencia o la política de desarrollo tendría primacía, y temen que la OMC termine decidiéndolo. Aggarwal afirmó que el principio de no discriminación nunca ha estado en discusión en las políticas de competencia, por lo tanto no hay por qué hacerlo legalmente obligatorio. También sería posible que se utilizaran argumentos legales sobre el principio de no discriminación para contrarrestar o anular políticas de desarrollo, advirtió. Además, el principio se aplicaría a todos los aspectos de la política de competencia, y no sólo a los cárteles intrínsecamente nocivos (que están en la agenda del Grupo de Trabajo sobre Competencia). Por lo tanto, si un país en desarrollo quisiera aprobar leyes sobre fusiones y adquisiciones, por ejemplo, esas normas deberían basarse en el principio de no discriminación. En cuanto a los cárteles intrínsecamente nocivos, Aggarwal consideró justo que los proponentes destaquen sus efectos perjudiciales, pero se preguntó qué beneficio pueden esperar los países en desarrollo de un acuerdo que prohíba tales cárteles. "No parece haber intención de prohibir los cárteles de exportación, que son sumamente perjudiciales para los países en desarrollo", comentó. En cuanto a la cooperación voluntaria, el representante indio señaló que el contexto de la OMC volvería cuestionables los beneficios de tal cooperación. "Las asimetrías de poder en la OMC transformarían la cooperación voluntaria en una obligación para los países en desarrollo, mientras que para los países industrializados no significaría un gran esfuerzo", dijo. Intereses de los consumidores El director general de la organización Consumers International, Julian Edwards, advirtió contra el comienzo de negociaciones sobre competencia en la OMC. Consideró esencial estimular a los gobiernos a aplicar políticas de competencia a nivel nacional y promover la cooperación internacional para garantizar la protección de los derechos de los consumidores. Sin embargo, dijo, esto no significa que ahora deba haber negociaciones sobre competencia en la OMC. En referencia al proceso previo a Cancún, Edwards observó que la cuestión de la competencia no forma parte del compromiso único. Aunque Consumers International aspira a que las discusiones sobre el tema avancen, "obligar a negociar a quienes no están dispuestos a hacerlo produciría un resultado insatisfactorio", previno. En resumen, dijo Edwards, Consumers International opina que el proceso de discusión debería continuar en la OMC, ya sea en el actual grupo de trabajo o en otro organismo, para elaborar los detalles de lo que podría constituir un marco multilateral de competencia apropiado. "Esto puede hacerse sin asumir compromisos", dijo Edwards, y agregó que tal proceso podría también ahuyentar el escepticismo sobre las intenciones de la Unión Europea al impulsar el acuerdo en la OMC, en referencia a la sospecha de que el objetivo a largo plazo del bloque europeo sería extender el alcance del marco multilateral más allá de los cárteles intrínsicamente nocivos, como se propone actualmente. La Cámara Internacional de Comercio (CIC) no pudo ponerse de acuerdo en si la OMC debería negociar un acuerdo sobre competencia, dijo al panel Calvin Goldman, presidente del grupo de trabajo de la CIC sobre Competencia y Comercio, en funcionamiento desde la Conferencia Ministerial de Singapur. La CIC no quiere que las oportunidades de crecimiento que ofrecen el libre comercio y las inversiones sean obstaculizadas por restricciones públicas o privadas, como los cárteles, que distorsionan las condiciones de comercio. "Deseamos que los gobiernos tengan las herramientas adecuadas para perseguir a esos cárteles", declaró Goldman. "Sin embargo, no logramos acordar una posición común", declaró. La CIC decidió que cada delegación nacional será libre de presentar su posición a sus respectivos gobiernos sobre este tema. Asimismo, presentó a la Secretaría de la OMC un documento en que detalla su opinión sobre los asuntos a considerar en caso de que se decida iniciar negociaciones, dijo Goldman, pero aconsejó precaución. En cuanto a los principios de transparencia, no discriminación y equidad procesal, Goldman dijo que no son de simple aplicación, aunque se trata de requisitos fundamentales. Señaló, además, que no hay una definición acordada de cárteles intrínsecamente nocivos. James Howard, director de la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), intervino para expresar la oposición de su organización a las negociaciones sobre competencia. La aplicación del principio de trato nacional a la política de competencia implicaría que el acuerdo propuesto sería utilizado como una herramienta de acceso a los mercados, observó. (SUNS) |