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Julius Nyerere Corregir
desequilibrios
Internacionalismo aplastado Nyerere manifestó que si bien la ONU está fundada sobre el principio de la igualdad jurídica de todos los estados, la propia ONU no permanece incólume al "factor absoluto de los asuntos mundiales de fines del siglo XX (...) el desequilibrio del poder nacional basado principalmente en la riqueza comparativa y el control de la tecnología de avanzada". Los propósitos y las negociaciones previas a la formación de las grandes instituciones internacionales al final de la Segunda Guerra Mundial -la propia ONU y, en términos de objetivos, incluso el FMI y el Banco Mundial- habían estado impregnados de internacionalismo e idealismo. Ese internacionalismo estuvo limitado por consideraciones de poder, como en los casos de la exclusión de Alemania y Japón, de muchos miembros todavía bajo dominio colonial y de las instituciones financieras cuyos directorios ejecutivos ni siquiera reconocían el principio de democracia. Aun cuando estuvo limitado por consideraciones de poder y el reconocimiento de la igualdad y la democracia fue atemperado por la realidad de ese poder, el internacionalismo siguió siendo un factor de peso durante la década de los 50 y los 60. Pero gradualmente, y en especial desde la década de los 70, fue "virtualmente aplastado por esa realidad y por el desequilibrio del poder" y el uso de ese poder se hizo palpable hasta en la propia ONU: las discusiones y decisiones sobre temas económicos y comerciales se desviaron cada vez más de la ONU hacia las instituciones de Bretton Woods o el GATT, donde las negociaciones son estructuralmente desiguales e incluso en sus principios no existe la democracia en las decisiones. El FMI, supuestamente dedicado a salvaguardar la estabilidad monetaria internacional y promover la prosperidad para todos, en la práctica se ha convertido en un instrumento para cobrar deudas del Tercer Mundo y reestructurar sus economías de acuerdo con una ideología particular. Y en las decisiones que el Banco Mundial tomó con respecto a los préstamos jugó el hecho de si la ideología o las políticas del solicitante contaban o no con la aprobación de quienes tenían el poder. ¿Un problema administrativo? "Es en este contexto de poder desigual que actualmente se discute la reforma de Naciones Unidas", continuó Nyerere. "Pero las preguntas formuladas afectan las respuestas, y parece que el tema es visto casi enteramente en términos de gestión y administración". Todos quieren que la ONU esté bien administrada, "pero Naciones Unidas no es un negocio, ni sus actividades pueden ser juzgadas solamente por la 'eficiencia' en términos monetarios. Nunca escuché el argumento de que haya que renunciar a los intentos de prevenir o solucionar conflictos por el mero hecho de que con frecuencia no tienen andamiento y por lo tanto no son eficaces en función del costo", señaló Nyerere irónicamente. La reforma de la ONU, continuó diciendo, debe ser enfocada desde el punto de vista de sus propósitos: "construcción y preservación de la paz en el contexto de la igualdad de derechos de todos los Estados Miembros". Desarrollo centrado en el ser humano El tema entonces es cómo podría reformarse la ONU para que promueva la paz entre los iguales y ayude a reducir o contrarrestar la naturaleza abrumadora de la desigual distribución actual del poder mundial. ¿Cómo podrían las reformas hacer que la ONU sea más efectiva en la prosecución de las intenciones establecidas en el Preámbulo de la Carta: mantener la paz internacional, emplear el engranaje internacional para lograr el progreso económico y social de todos los pueblos y mejorar el respeto de los derechos humanos? En el mundo moderno, afirmó Nyerere, el desarrollo centrado en el ser humano ha sido la única esperanza de paz a largo plazo, no sólo al mirar a los cientos de millones de personas que viven en condiciones de pobreza absoluta, sino también al observar la pobreza relativa y la diferencia entre ricos y pobres dentro de un país o entre países y regiones del mundo. Esta diferencia se fue ahondando a nivel nacional e internacional y, como era de esperar, la inseguridad fue creciendo día a día, tanto en el Sur como en el Norte. Control sobre instituciones de Bretton Woods y OMC Naciones Unidas tuvo, pues, que permanecer como un organismo universal, con leyes y procedimientos emanados de la Carta y aplicables a todos: tanto débiles como poderosos. Una de las máximas prioridades de las reformas debe ser la coordinación gradual de las políticas y actividades del FMI, el Banco Mundial y la recién formada OMC con el resto de las decisiones y actividades de política económica y social, opinó el presidente del South Centre. Esto podría hacerse a través de su responsabilidad para con la Asamblea General de Naciones Unidas y el ECOSOC conforme a la clara intención de la Carta. También es necesario tomar medidas para hacer de los Derechos Especiales de Giro el principal activo de reserva del sistema monetario internacional. Solidaridad Sur-Sur "Pero raras veces el poder es entregado voluntariamente a instituciones democráticas. Como parte del movimiento hacia un mayor equilibrio entre la mayoría pobre y subdesarrollada de los pueblos del mundo por un lado, y la minoría rica y desarrollada por el otro, es necesario que las reformas de la ONU apunten a fortalecer y dar mayor status a las instituciones y departamentos dentro de la familia de Naciones Unidas que ayuden a los países y grupos pobres a ayudarse a sí mismos". Esto podría hacerse a través de la cooperación técnica y económica entre los países en desarrollo, y también procurando que la UNCTAD y otros organismos y oficinas especializadas de Naciones Unidas "brinden un conjunto objetivo de hechos y de análisis de asuntos del comercio y el desarrollo". Al mismo tiempo, dijo Nyerere, los países del Sur deben trabajar juntos para disminuir los desequilibrios de poder fortaleciéndose ellos mismos. "Las recomendaciones de la Comisión Sur para la independencia nacional y colectiva, la cooperación Sur-Sur y la solidaridad del Sur", agregó Nyerere, "no son invalidadas por la fuerte tendencia a la universalización de la economía mundial. Esas recomendaciones no son alternativas a la cooperación mundial; por el contrario, son esenciales al desarrollo, pues lo contrario representa la inseguridad de la subordinación permanente de los débiles ante los fuertes". Restablecer la democracia A los países en desarrollo no les causó mayores problemas el llamado a una mayor democracia entre los países. A veces sus problemas surgen cuando se asume que las únicas formas válidas de democracia son los mecanismos forjados a lo largo de cientos de años en las culturas europeas. Además, lo que no es posible es que la democracia y el imperio de la ley sean importantes dentro de los países pero no cuando los países crean instituciones de cooperación internacional. Tanto en lo nacional como en lo internacional debemos ser más flexibles con la maquinaria de la democracia y un poco menos flexibles con los principios de igualdad. Los ricos y tecnológicamente desarrollados fueron poderosos en cualquier sistema de gobierno. Nacional e internacionalmente, la democracia no pudo hacer más que tratar de controlar el exceso de abuso de ese poder. Dentro de los países, la necesidad de adoptar decisiones rápidas no se considera un argumento en contra de la democracia. Sin embargo, dentro del sistema internacional ha habido directorios ejecutivos o consejos con poderes máximos basados no en la democracia sino en una combinación de historia y riqueza, y en ningún caso fueron responsables, o siquiera estuvieron influidos, por organismos verdaderamente representativos. "No es posible permitir que continúe campeando la incoherencia", expresó Nyerere. "Existen ahora fuerzas económicas internacionales que persiguen sus propios intereses sin ningún tipo de lealtad nacional: muchos contaminadores del medio ambiente, las trasnacionales y los especuladores financieros; todos ellos podrían tener efectos devastadores sobre la seguridad y salud de los pueblos. Dentro de la estructura de un sistema de Naciones Unidas ampliado y reformado radica la única esperanza de encontrar respuestas comunes y unidas a éstos y futuros problemas y oportunidades internacionales".
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