La interdependencia, ventajas
y peligros

La UNCTAD buscará formas de maximizar los beneficios de la interdependencia y la liberalización, que a la vez permitan reducir los peligros de la marginación e inestabilidad generandas por estas tendencias.

por Chakravarthi Raghavan

La interdependencia a escala mundial y la liberalización -dos procesos relacionados que dominan la economía mundial- tuvieron efectos positivos y negativos en todos los países del mundo, y la 9a. sesión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) debería encarar los temas económicos que enfrenta la comunidad internacional, afirmó el funcionario al frente de la UNCTAD, Carlos Fortin.

Fortin habló durante la sesión de apertura de los coordinadores del Grupo de los 77. La presencia y reunión del grupo en Ginebra, expresó Fortin, es una "confirmación reconfortante" de la confianza de los estados miembros en el futuro de la UNCTAD ante el cuestionamiento, por parte de ciertos sectores, de la vigencia de su validez e importancia.

Reafirmación de objetivos

El 30º aniversario del Grupo de los 77 el año pasado sirvió de oportunidad para que el Grupo reafirmara y fortaleciera su solidaridad, ideales y aspiraciones y mejorara sus propias percepciones de la gama de temas de interés común.

De igual forma, el 30º aniversario de la UNCTAD, y la Declaración del Comercio y el Desarrollo en esa ocasión, que fue posteriormente aprobada por la Asamblea de Naciones Unidas, reafirmó el compromiso de los miembros para con los objetivos primarios de desarrollo expresados por la UNCTAD y reforzó su apoyo político a la institución así como su papel protagónico en el fortalecimiento de la Asociación para el Desarrollo a escala mundial.

Fortin afirmó su confianza en que la sesión del Directorio llegaría a un acuerdo sobre el proyecto de programa provisional para la novena Conferencia.

Nuevas soluciones

Fortin esperaba que la próxima Conferencia sería diferente e innovadora en el tratamiento de los temas económicos que enfrenta la comunidad internacional.

El tema principal de dicha sesión debería partir de la toma de conciencia de que la economía mundial está actualmente dominada por dos procesos relacionados: la interdependencia a escala mundial y la liberalización.

Esos procesos, expresó Fortin, ofrecen grandes oportunidades para el desarrollo. Pero al mismo tiempo exigen la necesidad de complementación en áreas como la pobreza y la protección del medio ambiente, que no pueden ser resueltas por las fuerzas de la interdependencia a escala mundial y la liberalización.

Además, agregó Fortin, en algunas áreas estos dos procesos dominantes pueden por sí mismos "generar inestabilidades y desequilibrios que necesitarán corrección".

Esto fue concretamente lo que sucedió con la marginación potencial de los países menos desarrollados y otras economías pobres -como las del Africa subsahariana- y con la volatilidad de los mercados financieros internacionales.

"Será tarea de la UNCTAD-IX identificar formas para maximizar el impacto de la interdependencia a escala mundial y la liberalización sobre el desarrollo, reduciendo simultáneamente el peligro de la marginación y la inestabilidad."

La UNCTAD-IX, expresó, tendría lugar en el contexto de diversas cumbres y conferencias internacionales desde la UNCTAD-VIII en Cartagena hasta la reciente Cumbre Mundial Social, celebrada en Copenhague.

En ésta última se asumió un solemne compromiso de erradicar la pobreza de la faz de la tierra y luchar por reintroducir el pleno empleo en la economía mundial combatiendo a la vez formas de desintegración social que resultan cada vez más peligrosas para el bienestar de la sociedad.

Escasísimos beneficios de la Ronda Uruguay

Los estudios de UNCTAD, según Fortin, demuestran que la Ronda Uruguay, si bien constituye un paso importante para la creación de un mundo integrado, en el corto plazo "sólo tendrá un efecto ínfimo sobre la reducción de la pobreza, a menos que esté complementada por otras iniciativas a nivel nacional e internacional".

Específicamente, un ejercicio modelo llevado a cabo en la UNCTAD indicó que la reducción de la pobreza que podría esperarse de la repercusión de la puesta en práctica de los resultados de la Ronda Uruguay era de tan solo 0,5%. Este porcentaje se concentró en Asia, América Latina y el Caribe, el Medio Oriente y Africa del Norte. En el Africa subsahariana, la incidencia sobre la pobreza puede aumentar en 0,1%.

Estas cifras, agregó Fortin, dan la medida de la tarea que tiene por delante la comunidad internacional, tarea en la que la UNCTAD está dispuesta a desempeñar su papel.

Pero esto exige un Grupo de los 77 fuerte, que actúe con coherencia apoyado en los objetivos históricos del Grupo, pero ubicándolos en el contexto de los nuevos temas planteados por la cambiante y vertiginosa situación mundial.

Fuente: Red del Tercer Mundo