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Derechos Humanos EEUU por
primera vez
Washington enfrenta un problema particularmente difícil con relación a su bajo nivel de observancia de los convenios internacionales y de los convenios de Naciones Unidas sobre derechos humanos así como por las reservas que agregó a los pocos convenios que firmó. "Las cosas están algo álgidas", afirmó Andrew Clapham, vocero de Amnistía Internacional, el grupo de derechos humanos con sede en Londres. La delegación de Estados Unidos se reunió con el Comité de Derechos Humanos en Nueva York el miércoles 29 de marzo. Según Clapham, la posición de Estados Unidos sobre la pena de muerte puede ser un gran motivo de disputa, en momentos en que los últimos convenios de Naciones Unidas buscan limitar la pena capital, si no prohibirla por completo. Polémica ejecución de menores Estados Unidos mantiene el derecho a ejecutar jóvenes menores de 18 años, en abierta violación del artículo seis del Convenio Internacional sobre Derechos Cívicos y Políticos, ratificado por Washington en 1992. Pero cuando Washington lo ratificó agregó una reserva por la cual los estados federales de Estados Unidos pueden seguir ateniéndose a las leyes que permiten la ejecución de menores de edad. Y se mantuvo firme en su posición, aun cuando el referido convenio estableció específicamente que el artículo seis es un derecho "no derogable", que los países deben observar incluso durante situaciones de emergencia nacional. Desde 1990, Estados Unidos ejecutó más jóvenes que todo el resto del mundo junto. En ese período fueron ejecutados seis niños en Estados Unidos, uno en Arabia Saudita, uno en Pakistán y uno en Yemen. A fines del año pasado, las estimaciones de Amnistía ubicaban en 37 el número de jóvenes que recibieron sentencias de muerte en 12 estados de Estados Unidos. Washington introdujo reservas similares a las cláusulas tanto del Convenio Internacional sobre Derechos Cívicos y Políticos como de la Convención sobre Torturas que prohibe el "trato cruel, inhumano y degradante". Estados Unidos dice que observará dichas leyes sólo si no sobrepasan la protección de la propia prohibición de la Constitución de Estados Unidos sobre el "castigo cruel e inusual". "Las extensas reservas agregadas por Estados Unidos a la ratificación de los convenios asegura que no está adoptando nuevas medidas" para cumplir las disposiciones, subraya un analista ante el Comité de Abogados de Nueva York por los Derechos Humanos. Doble discurso El Comité de Derechos Humanos de la ONU aclaró que ningún país puede agregar tantas reservas que en los hechos no se comprometa a hacer nada. La falta de voluntad de Washington a enfrentar cualquier tipo de investigación internacional es un misterio para muchos activistas en derechos humanos, quienes señalan, por otro lado, la tendencia de Estados Unidos a apremiar a otros países a mejorar su actuación en materia de derechos humanos. "Utilizamos el proceso cuando funciona a favor nuestro, pero no lo queremos cuando va en nuestra contra", sostiene Morton Sklar, quien preside el Programa de Ciencia y Derechos Humanos de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, con sede en Washington. Lento avance Pero Sklar agrega que en los últimos años Estados Unidos mejoró su posición con respecto a los derechos humanos, después de varios años de haberse negado a adherir a la mayoría de los convenios internacionales sobre derechos de los prisioneros, las mujeres y los niños. Estados Unidos ratificó sólo 11 de los 25 convenios internacionales de derechos. Pero si bien le quedan varios fallos por ratificar, Sklar cree que la necesidad de adherir a los convenios internacionales de derechos ha cobrado fuerza. "Nos llevó años llegar al punto en que estamos", observa. Sklar sostiene que durante la década de los 50 y gran parte de los 60, Washington resistió cualquier tipo de investigación extranjera en su política interna por sus leyes discriminatorias y racistas en contra de la gente negra. Una vez derogadas las leyes racistas de esa época, Estados Unidos se ha mostrado más dispuesto a enfrentar una investigación de sus leyes y prácticas. Pero todavía quedan intocados algunos temas teñidos de racismo, como los derechos de los prisioneros y la pena de muerte. Pena de muerte y prisión En un informe publicado recientemente, Amnistía Internacional demuestra que los asesinos de gente blanca reciben con mucho mayor frecuencia la pena capital que los asesinos de gente negra, aun cuando blancos y negros son víctimas de homicidios en niveles aproximadamente iguales. El informe agrega que la pena de muerte "se impone de manera desproporcionada a los pobres, las minorías, los enfermos mentales o los retardados, así como a quienes carecen de una adecuada defensa legal". También es común el maltrato por parte de la policía o en la prisión, dice Amnistía. El grupo de derechos humanos dice que la población carcelaria de Estados Unidos -de 1,4 millones de personas- enfrenta un creciente número de abusos, desde restricciones y golpizas hasta la negación de asistencia médica. Estados Unidos tiene ahora uno de los mayores índices de encarcelamiento del mundo, y hay más jóvenes negros en sus cárceles que en sus universidades. Fuente: SUNS/IPS |