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EEUU, supermercado mundial de armas
La mayor demanda de armas del Tercer Mundo se calcula que provendrá de Arabia Saudita, Egipto, Kuwait, los Emiratos Arabes Unidos, Irán, Taiwan, Corea del sur, India, Pakistán, Malasia y China. Arabia Saudita seguirá siendo el mayor importador de armas del mundo y se calcula que adquirirá unos 32.400 millones de dólares en equipos militares durante el año 2000. Las proyecciones para Taiwan, el mayor comprador del este asiático, son de unos 16.500 millones de dólares en armamentos durante los próximos cinco años. En cuanto a América Latina, el Pentágono calcula que destinará sólo unos 5.200 millones de dólares para compra de armas y Africa 2.000 millones. Pero Tom Baranauskas, experimentado analista militar de la empresa de investigación de mercado armamentista Forecast International, no estuvo de acuerdo con la evaluación del Pentágono sobre el mercado de América Latina. Baranauskas dijo que existe una demanda "contenida" de armas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y México. El avión de combate F-16, una de las aeronaves de la primera línea de combate de la Fuerza Aérea de Estados Unidos tiene mucha demanda en América Latina, comentó. Pero hasta ahora Estados Unidos sólo ha vendido aviones F-16 a Venezuela. Señaló que el mercado latinoamericano no debería ser descartado por considerarlo insignificante, pues en la medida en que las economías mejoren, esos países buscarán modernizar sus fuerzas armadas. Estados Unidos siempre adoptó la política de no "romper el equilibrio de poder" en América Latina, observó el analista militar. Si Washington continúa con esa actitud, "es muy probable que Estados Unidos se esté cavando la fosa" porque los países de América Latina lógicamente se dirigirán a Europa oriental y occidental en busca de armas. Baranauskas afirma que el mercado latinoamericano tiene un potencial de unos 10.000 millones de dólares en venta de armas: el doble de la cifra estimada por el Pentágono para la región. Cardamone, por su parte, sostuvo que en el marco de una política de venta de armas anunciada el mes pasado, los funcionarios de la industria de defensa podrán ponerse en contacto con funcionarios de gobiernos extranjeros para vender sistemas armamentistas estadounidenses. El personal de la embajada de Estados Unidos y los funcionarios gubernamentales de mayor rango también ayudarán formalmente a impulsar la venta de armas en el exterior. El otro componente nuevo de la política armamentista
es que maneja el argumento de que al considerar la
exportación de armas es necesario tomar en cuenta la
protección de los puestos de trabajo de Estados Unidos,
dijo Cardamone. "En efecto, controlaremos el
comercio internacional de armas". El informe del
Pentágono, expresó, se adecua a la política de ventas
de armamentos nuevos. Fuente: SUNS/IPS |