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Japón no reducirá recursos de AOD
Las limitaciones del presupuesto nacional han obligado a los países donantes a reducir la asistencia a los países en desarrollo en casi un 20% en el período 1993-1994. Si bien la asistencia de emergencia aumentó un 10%, las partidas de ayuda para el desarrollo bajaron a 55.900 millones de dólares, de los 60.800 de 1992, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El gobierno de Estados Unidos hace poco anunció sus planes de aplicar reducciones drásticas a su presupuesto anual de ayuda, que asciende a 9.700 millones de dólares. Pero Japón aseguró que mantendría su presupuesto de Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD) de 11.300 millones de dólares, que constituye un quinto de la ayuda total entregada por los países industrializados el año pasado. La culpa japonesa Japón se muestra reticente a reducir sus aportes de ayuda porque eso sólo aumentaría la reprobación de países que ya están preocupados por el enorme excedente comercial de aquél país, dicen los analistas. "La prestación de ayuda a los países pobres sirve para acallar las críticas internacionales acerca del enorme excedente de Japón con la mayoría de sus interlocutores comerciales", explica Murai. Desde hace tiempo los especialistas se han referido al gran excedente comercial como base de su argumento de que el gobierno debería aumentar su cuota de ayuda para equilibrar la excesiva dependencia de Japón con respecto a sus exportaciones. Los recortes previstos por Estados Unidos en la asistencia para el desarrollo no afectarán los niveles de ayuda japoneses, pero los expertos advierten que afirmarán la posición del gigante económico asiático en un mundo donde los programas de ayuda han sido largamente influenciados por las políticas estadounidenses. Alentado por su liderazgo mundial de los últimos seis años, en numerosas ocasiones Japón se opuso a las políticas de presión de Estados Unidos. Por ejemplo, cuando Washington aplicó sanciones a Indonesia después de la masacre de civiles en Timor Oriental en 1991, y más recientemente, cuando pidió suspender la ayuda a Irán. Se afirma el modelo nipón de planificación La carta de AOD de 1990 de Japón establece como lineamientos principales para el otorgamiento de ayuda el desarrollo económico de los países beneficiarios así como el respeto a los derechos humanos y presupuestos militares reducidos. No obstante, recientemente el Instituto de Economías en Desarrollo, un organismo cuasi gubernamental que funciona bajo la dirección del Ministerio de Comercio Internacional e Industria, publicó un informe enumerando las ventajas del modelo de desarrollo japonés con respecto al de Occidente. La teoría del libre mercado occidental fracasó en Rusia, Europa del Este y el Africa subsahariana porque es "demasiado corto de vista". Es necesario prestar atención a las estructuras económicas y sociales de los países beneficiarios, dijo. Katsuhisa Yamada, un líder del grupo de investigación, señala el milagro económico de posguerra de Japón, basado en una economía planificada. A diferencia de un verdadero mercado libre, en el cual las compañías deben recaudar fondos directamente de los mercados de bonos o de capital, Japón alentó el desarrollo de las industrias nacionales ofreciendo préstamos baratos a través de bancos que a menudo operan con fondos de ahorros de las oficinas postales, canalizados a través del Estado. "No queremos imponer el modelo de Japón a quienes reciben nuestra ayuda", manifestó el instituto, pero agregó que muchos países ya le habían solicitado programas de capacitación para explicar el modelo. Los especialistas sostienen que esto hará que los países en desarrollo que están luchando por cumplir las políticas impuestas por el FMI y el Banco Mundial sean más receptivos a la exhortación de Japón a adoptar una política planificada. Préstamos, no donaciones Otro cambio importante, dicen los analistas, será la importancia de los préstamos en el desembolso para ayuda. A diferencia de otros donantes que otorgan donaciones como ayuda, la mayoría de la asistencia para el desarrollo japonesa se hace en forma de préstamos. El gobierno japonés ha insinuado que tiene planes de reducir las tasas de interés sobre los nuevos préstamos en yenes. "Si las tasas de interés se reducen en el orden de un 1% no es porque el gobierno crea que es bueno ofrecer alivio de la carga de la deuda, sino por el simple hecho de que no habrá más prestatarios con los elevados tipos cambiarios actuales para el yen", dice Murai. Las tasas de interés sobre préstamos en yenes van del 2% al 5%, según el nivel de desarrollo económico del país receptor. Muchos países receptores están buscando alivio para los reembolsos de los préstamos para mitigar los costos causados por el elevado tipo cambiario de la moneda japonesa, pero Tokio indicó que no tiene intención de otorgar mayores concesiones a los préstamos existentes. Fuente: SUNS/IPS |