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Ratificación pendiente


La falta de ratificación de los acuerdos adoptados en 1994 por los presidentes de los países miembros del Mercosur genera una situación peculiar: la unión aduanera y la zona de libre comercio, aunque institucionalmente precarias, funcionan.

 


Los parlamentos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay sólo han aprobado el Tratado de Asunción, constitutivo del Mercosur, pero la compleja trama jurídica trazada en la ciudad brasileña de Ouro Preto el año pasado funciona de hecho, sin que se la haya ratificado, y tiene fuerza de ley en las aduanas.

Los presidentes Carlos Menem, de Argentina, Itamar Franco, de Brasil, Juan Carlos Wasmosy, de Paraguay, y el ex mandatario uruguayo Luis Lacalle confirmaron entonces la inexorable marcha de la integración regional y definieron su naturaleza jurídica.

Los organismos que crea el Protocolo de Ouro Preto no se han instaurado aún por la omisión de los parlamentos.

La fuerza de los hechos

El presidente de la Cámara de Diputados de Uruguay, Guillermo Stirling, dijo a la prensa que la Comisión Parlamentaria Conjunta del Mercosur (CPC) sesionó en pocas ocasiones.

La CPC, integrada por legisladores de los cuatro países miembros, cumple la función de coordinar las iniciativas referidas a la integración que requieran el aval de los congresos.

Stirling, quien integra la comisión desde la firma del Tratado de Asunción en 1992, sostuvo que "la fuerza de los hechos (es lo que) va marcando la integración".

La Cámara de Diputados de Uruguay debía discutir el punto el martes 17 de mayo. La ratificación ya había sido aprobada por el Senado en diciembre de 1994, pero los diputados no la analizaron. Las dos cámaras deben aprobarlo ahora.

El único organismo que cuenta con representación del sector privado, el Foro Consultivo Económico-Social, no se ha instalado aún debido a la omisión de los poderes legislativos.

El gobierno de Uruguay solventa sólo el funcionamiento de la Secretaría Administrativa, con sede en Montevideo, ya que la división de los gastos en partes iguales se instrumentará recién después de la vigencia del Protocolo de Ouro Preto.

Lo mismo ocurre con la Comisión de Comercio instalada en Asunción del Paraguay.

La zona de libre comercio no ha ocasionado más que algunos inconvenientes operativos en las aduanas solucionados a fines de enero. En cuanto a la unión aduanera, todavía debe resolverse cómo se reparte el arancel cobrado por un bien proveniente de extrazona que pasa por más de un país miembro.

Fuentes comerciales y oficiales sostuvieron que Argentina es el único país del Mercosur que no cobra tributos de importación a las mercaderías que hayan ingresado al bloque a través del territorio de otro socio. Paraguay es el más interesado en la solución del punto, dado que carece de costa oceánica. Pero los problemas comerciales y aduaneros están en vías de solución.

¿Ratificación en entredicho?

La ratificación del Protocolo de Ouro Preto, en cambio, tiene aún un largo camino por recorrer, si bien los funcionarios del Mercosur consultados por la prensa restan importancia al asunto.

En setiembre, tres meses antes de la reunión de presidentes, los negociadores de los cuatro países del bloque encomendaron a la CPC la "más rápida aprobación legislativa" de los tratados, para que éstos obtengan "aplicación uniforme y simultánea".

Operadores del sector privado sostuvieron que la vigencia del Mercosur queda en entredicho debido a la falta de ratificación parlamentaria.

Fuente: SUNS/IPS


 

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