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Asia Choque de culturas
Los primeros "internautas" que conectaron sus computadoras a las líneas telefónicas cuando los jóvenes "computólogos" de hoy todavía andaban en pañales, se quejan de que existe demasiada montonera que navega por el espacio cibernético, y esa interferencia aleja a académicos, científicos y otros especialistas formales. Pero del mismo modo que la World Wide Web de Internet parece sufrir un exceso de democracia, la anarquía intrínseca del medio golpeó de lleno a las sociedades autoritarias del este asiático, tradicionalmente restrictivas y pobres en información. En muchos de estos países -China, Singapur, Vietnam, Indonesia y Malasia- existen diversos grados de restricción a la libertad de prensa, pero a medida que se han vuelto económicamente más poderosos y ha crecido su necesidad de información, los ciudadanos han ido adquiriendo los equipos necesarios para eludir las fuentes de información tradicionales y entrar directamente a Internet. De golpe, entonces, tienen acceso sin restricciones a otros 30 millones de usuarios de Internet en todo el mundo. Y la línea telefónica también se ha vuelto un vínculo filosófico con una subcultura subversiva de libertad total y un cordón umbilical con el mundo exterior. Tal vez sea en la autopista de la información donde el choque cultural entre Occidente y Oriente se hace más evidente, y los gobiernos nerviosos están tratando de poner piedras en el camino. El ministro de Información y Artes de Singapur, George Yeo, advirtió en mayo que todos los que utilizaran Internet para distribuir literatura pornográfica u otro material de ese estilo, serían enjuiciados. Los especialistas dicen que en realidad no es la pornografía lo que le preocupa a Yeo: es la influencia "antisocial" de la cultura occidental que podría implicar alguna forma de crítica de la autoridad. Por esa misma razón Singapur prohibió las antenas parabólicas. Pero si bien Singapur intenta mantener a raya a los usuarios de Internet, por otro lado se está convirtiendo rápidamente en la puerta de entrada de Asia a la autopista de la información. En el diminuto país se está instalando una red de fibras ópticas digitales que para el año 2000 podrá llevar video interactivo a todos los hogares. China, por su parte, intenta poner a Internet a precios fuera del alcance de aquéllos que pueden comprar una computadora. Pero simultáneamente también está ofreciendo un mejor acceso a Internet e incluso la posibilidad de hacerle propaganda en los medios de difusión oficiales. Se estima que por el momento en China hay sólo unos 500 usuarios de Internet, pero se espera que la cifra aumente en forma exponencial en la medida que las trasnacionales de las telecomunicaciones ingresen al mercado chino para satisfacer su gigantesca demanda. El ministro de Correos y Telecomunicaciones de China, Wu Jichuan, admitió que el intercambio de información es vital para el desarrollo de China, pero previno en contra de un acceso sin restricciones a la información. "China, como estado soberano, también aumentará el control sobre la información", expresó. La policía de Hong Kong hizo recientemente una redada en ocho compañías de computadoras en línea que ofrecen conexión a Internet al 75% del total de usuarios de la colonia. El gobierno dijo que quería tomar medidas enérgicas contra los nodos que funcionaban sin permiso. Se dice que los grupos chinos disidentes utilizan direcciones electrónicas de Hong Kong para conectarse con el resto del mundo. Otro país que también tiene complicaciones es Vietnam, donde las universidades han creado una red con unos 150 usuarios. Al igual que en China y Singapur, la oficialidad vietnamita por un lado habla de la importancia de la libre información y por el otro toma medidas para restringir un acceso total. Hasta ahora, la Internet en Asia ha atraído principalmente a estudiantes, profesores y académicos. Pero a medida que comienza a comercializarse, el público en general entra a la red para bajar sus películas, programas o revistas favoritas en multimedia. Demasiada libertad podría alejar a los usuarios genuinos de Internet en el este asiático, como comenzó a pasar en Estados Unidos. Mientras tanto, casi todos los gobiernos del este asiático continuarán esquizofrénicos en cuanto a la política a adoptar hacia Internet. Al final no tienen otra opción: el espacio cibernético o está totalmente libre o totalmente restringido. Fuente: SUNS/IPS |