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Hidrovía Paraguay-Paraná Exigen
participación pública
Los beneficios que el proyecto aportaría a estos países son la promoción del desarrollo regional, un aumento de intercambio comercial regional e internacional, y de las exportaciones, en la medida que el transporte de mercancías sería más rápido y más barato. La construcción de una autopista fluvial de 3.400 kilómetros de largo, desde Puerto Cáceres, en el sudoeste de Brasil, hasta la desembocadura en el Río de la Plata, insumirá costosas obras de ingeniería, para enderezar y profundizar el curso de los ríos Paraguay y Paraná, así como realizar otras canalizaciones y el desarrollo de los puertos. El gigantesco proyecto ha despertado gran preocupación y severas criticas de parte de organizaciones ambientalistas, entidades defensoras de los derechos humanos, instituciones científicas y organizaciones indígenas de la región, entre otros. Expertos ambientalistas afirman que este proyecto provocaría la desecación del Gran Pantanal, uno de los humedales más grandes del mundo. El Gran Pantanal, ecosistema que contiene una de las biodiversidades más grandes del planeta, actúa como una gran esponja, que regula el caudal de agua y por lo tanto las crecientes de los ríos. Si la Hidrovía es construida, los impactos directos más importantes serian: alteración del régimen hidrológico de toda la Cuenca del Plata; deterioro en la calidad de las aguas; sequía de los humedales; pérdida del efecto regulatorio del Gran Pantanal, con el consecuente aumento de las inundaciones río abajo; perdida de biodiversidad local, regional, y global. O sea que el río correrá más rápido, pero también se inundará más rápido. Los estudios de factibilidad de ingeniería y evaluaciones del impacto ambiental que el mega-proyecto tendría están llevándose a cabo con apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo-BID (U$S 7.5 millones) y del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo-PNUD (U$S 500 mil). En diciembre de 1994, más de 300 entidades civiles y comunidades de la zona, que serian afectadas por el proyecto, se han unido en la coalición Ríos Vivos para efectuar un control de este proyecto y llamar la atención sobre lo que ellos denominan "una autopista al infierno". A fines de junio pasado, tuvo lugar en Asunción una reunión de la Coordinación regional Ríos Vivos, para analizar el Proyecto de la Hidrovía Paraguay-Paraná y la participación pública en su planificación. En los primeros días de julio, Ríos Vivos presentó la carta que sigue a los responsables del BID, el PNUD y al Comité Intergubernamental de la Hidrovía-CIH, solicitando la suspensión los estudios de factibilidad y de impacto hasta tanto no se defina un Plan de Participación Pública: A: Sr. Marko Ehrlich, Especialista, División de Protección Ambiental, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Sr. Marco Borsotti, Oficial Encargado, División del Programa Regional, Dirección Regional para América Latina y el Caribe, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Sr. Jesús González, Secretario Ejecutivo del Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay-Paraná (CIH) DE: Coordinación de RIOS VIVOS, Coalición Paraguay-Paraná-Plata. ASUNTO: Estudios de ingeniería e impactos ambientales del proyecto de la Hidrovía Paraguay-Paraná. Estimados señores: RIOS VIVOS es una coalición de más de 300 organizaciones no- gubernamentales, establecida durante un encuentro regional en San Pablo, Brasil, en diciembre de 1994, cuya coordinación se ha reunido en la ciudad de Asunción, Paraguay, entre los días 29 de junio y 1º de julio de 1995 para discutir aspectos del proyecto mencionado. Analizado el plan de trabajo, se ha hecho evidente que los estudios oficiales no producirán resultados que permitan la toma de decisiones con seriedad y base científica. Considerando además que hasta la fecha todos los esfuerzos para asegurar la participación de la sociedad civil en el proceso de los estudios realizados, no han tenido ningún resultado, demandamos que estos estudios sean suspendidos, por las razones que a continuación exponemos. Antecedentes históricos Las organizaciones no gubernamentales en la región del proyecto han hecho numerosos esfuerzos para asegurar el legitimo espacio que corresponde a la sociedad civil para influir en el proceso relacionado con el mega-proyecto de la Hidrovía Paraguay-Paraná. En efecto, en octubre de 1994, las ONGs de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul en el Brasil, han enviado una carta al Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, al Administrador del PNUD, James Gustave Speth, y al Secretario Ejecutivo del CIH, Jesús González, pidiendo información especifica sobre el proyecto y expresando numerosos puntos de preocupación acerca del mismo. En diciembre de 1994, más de cien ONGs se reunieron en San Pablo, Brasil, en un Foro Internacional con la participación de oficiales del BID y del PNUD (el CIH fue invitado, pero no envió representantes). Después de esa reunión, las ONGs prepararon una propuesta de participación pública en los estudios que fue enviada al BID, al PNUD y al CIH en enero de 1995, y discutida entre representantes del Environmental Defense Fund, International Rivers Network, el Bank Information Center y Marko Ehrlich del BID en Washington DC en febrero. En abril de 1995, representantes de ONGs del Brasil, Paraguay y Uruguay, se reunieron en Nueva York con los funcionarios del PNUD Emma Torres y Marco Borsotti, con el fin de continuar el dialogo. El 22 de junio de 1995, miembros de la International Rivers Network, miembro de esta coordinación, se reunieron con el Sr. James Gustave Speth en San Francisco, California. Finalmente, el 29 de junio en Asunción, Paraguay, la coordinación recibió, durante nuestra reunión, la visita de oficiales del PNUD de Asunción y Buenos Aires y del BID de Asunción; de nuevo el CIH recibió invitación para esta reunión y no asistió. En todas estas reuniones, se nos ha asegurado que se abriría inmediatamente un mecanismo de participación significativa de la sociedad civil en el proceso de los estudios para el proyecto. La situación actual Es notorio que hasta ahora todos los esfuerzos hacia un diálogo abierto entre los actores oficiales y la sociedad civil han sido iniciativa únicamente de las ONGs, en buena fe, con la expectativa de las promesas del PNUD y el BID de iniciar un proceso efectivo. Es evidente para todos la gran incoherencia que existe entre las diferentes agencias involucradas en el proyecto. En efecto, ha sido siempre incierto para nosotros quienes son los responsables últimos para tomar las decisiones acerca de la participación. Hasta el momento no hemos recibido ninguna respuesta oficial a nuestras preocupaciones y pedidos de información. Es preocupante que la poca información hasta ahora recibida por nosotros, que debía ser directamente accesible en cada uno de los países signatarios del proyecto, ha sido obtenida de manera informal y casual. Definitivamente, esto no es lo que nosotros entendemos por participación y transparencia, conceptos cuya definición hemos establecido en todas nuestras cartas y propuestas anteriores. Los términos de referencia para los estudios de impacto ambiental incluyen previsiones inadecuadas para la participación pública; sin embargo, el Plan de Trabajo de los estudios ambientales, a pesar de todas las afirmaciones de los oficiales del BID y del PNUD, no incluyen ni siquiera las previsiones más básicas para la participación de la Sociedad Civil. Además, el plan de trabajo para los estudios de impacto ambiental, contiene incoherencias con respecto a los Términos de Referencia y es inadecuado para producir resultados que permitan la comprensión de toda la complejidad de los impactos sociales y ambientales del mega-proyecto. Entretanto, los estudios de impactos ambientales están en curso. Mientras ya se están implementando o proyectando obras directamente relacionadas con el proyecto global. Además, no se conocen los criterios por los cuales muchas obras quedan fuera del alcance de los referidos estudios. Por estos motivos, es claro que los estudios en curso no tendrán ninguna utilidad en la identificación de los impactos ambientales y mucho menos podrán ser utilizados en la definición del proyecto. Nuestra demanda Por todo lo arriba expresado, es urgente que los estudios sean suspendidos hasta que las siguientes condiciones sean satisfechas: 1. Se discutan y definan de común acuerdo, mecanismos de participación pública significativa en el proceso de los estudios. 2. Se hagan inmediatamente disponibles todos los documentos relativos a los estudios ambientales, de ingeniería y económicos, incluyendo planes de trabajo, propuestas, informes de avance, informes de campo, etc. 3. Se realice un análisis completo, independiente, para determinar la adecuación de los estudios encarados. 4. Se establezcan centros de información nacionales y regionales para asegurar el libre acceso del público a estos documentos, oficialmente traducidos a todas las lenguas de los pueblos de la región. 5. El BID, el PNUD y el CIH aseguren que todas las informaciones y materiales recolectados y producidos por los consultores, sean de dominio público y estén disponibles en los centros de información nacionales y regionales. 6. Se garantice la participación de las ONGs en todas las reuniones del Comité Intergubernamental de la Hidrovía y sus comisiones técnicas, en calidad de observadores. 7. Que los gobiernos se comprometan a no emprender obra alguna de ingeniería, directa o indirectamente relacionada con la Hidrovía, hasta que los estudios de impacto ambiental sean concluidos, discutidos y públicamente aprobados. Por ultimo, reiteramos que se debe aprovechar la oportunidad para establecer una discusión abierta sobre este importante proyecto. Es imperativo que el PNUD, el BID y los gobiernos de la región aseguren que la sociedad civil pueda influenciar significativamente el diseño y evaluar alternativas a este emprendimiento. Solamente así nos estaremos dirigiendo hacia un desarrollo social y ecológicamente sostenible. Aprovechamos esta oportunidad para saludarlos con nuestra consideración de siempre, Coordinación de Ríos Vivos: Ruben Zac, Fundacion Kattan, de Argentina Fuente: Red-Bancos
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