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Reforma de la ONU Indonesia polemiza
En sus declaraciones a los periodistas en Jakarta, Alatas lamentó que la Comisión no "hubiera podido tener en cuenta" sus opiniones y las enmiendas sugeridas, pero en parte se atribuyó la culpa ya que, por motivos de salud, no había podido concurrir a las últimas tres reuniones de la comisión donde se ultimó el borrador. "Envié por escrito a la comisión mis comentarios y los cambios sugeridos (...) pero a esa altura era demasiado tarde para introducir algún cambio". El vicepresidente había aconsejado que el informe hiciera economía del lenguaje: "Cada miembro de la comisión habría escogido palabras diferentes si él o ella hubieran escrito este informe solos. Tal vez no todos hayan adherido a todas y cada una de las propuestas; pero todos coincidimos en la sustancia y dirección general del informe". La utopía de un "gobierno mundial" En sus declaraciones de Jakarta, Alatas relató la génesis de la Comisión de Gobernación y su forma de abordar los temas de la "gobernación mundial". Expresó que, en su opinión, este tema no era sinónimo de la idea utópica de un gobierno mundial. La gobernación mundial sólo podrá lograrse si existe cooperación de pueblos y gobiernos sobre la base de una "interdependencia genuina, un interés y un beneficio comunes y una responsabilidad compartida para asegurar un mundo con mayor paz, justicia social y prosperidad repartida equitativamente". Los cambios fundamentales ocurridos en el mundo en los últimos 50 años han vuelto casi tangible la visión ideal de una vecindad mundial. Pero el mundo está lejos de ser una comunidad armoniosa en el sentido de los valores compartidos. El mundo está aún en vías de llegar a una vecindad mundial y lo que existe está muy lejos del ideal. Se trata de un mundo con nuevas oportunidades, tensiones y problemas, con muchas imperfecciones y cuyos habitantes no reciben el mismo trato igualitario ni se les dan las mismas oportunidades. Fue en este contexto que la Comisión sobre Gobernación investigó las cuatro áreas: seguridad mundial, manejo de la interdependencia económica, reforma de la ONU y fortalecimiento del imperio de la ley en todo el mundo. Alatas dijo que si bien coincidía íntegramente con gran cantidad de sus opiniones y sugerencias, no podía adherir a varias de las conclusiones y propuestas. Consejo de Seguridad Económico Por ejemplo, no podía estar de acuerdo con la idea de un Consejo de Seguridad Económico en la cima del sistema de la ONU, unida a la idea de "retirar" al Consejo Económico y Social (ECOSOC), a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y a la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). Desde que esta propuesta fue presentada por primera vez, explicó Alatas, él mantuvo serias dudas sobre su viabilidad y señaló que la mayoría de los países en desarrollo también tenían "serios recelos" sobre la misma. El establecimiento de un Consejo de Seguridad Económico con membresía limitada, junto con la disolución del ECOSOC, socavaría aún más los esfuerzos por democratizar el funcionamiento de la ONU. Asimismo implicaría apartarse de la definición aceptada de "seguridad" como un concepto integral, que abarca no sólo la seguridad política y económica sino también socio-económica; lo que representaría apartarse de la opinión general del mundo en desarrollo de que este concepto ampliado de seguridad debería ser el campo de acción de un "Consejo de Seguridad reformado". El establecimiento de un Consejo de Seguridad Económico tampoco es realista ni práctico, dadas la revisión drástica que requiere la Carta de Naciones Unidas. Por lo tanto, Alatas considera que se debería continuar con la reforma del actual ECOSOC y permitirle desempeñar la función que le confiere la Carta. La importancia de la UNCTAD En cuanto a la propuesta sobre la UNCTAD, Alatas expresó que se "oponía categóricamente" a la idea. Los últimos cambios de la economía mundial y las relaciones económicas internacionales han hecho más necesario que nunca el fortalecimiento de la UNCTAD para enfrentar el reto permanente de lograr un desarrollo acelerado, sustentable y distribuido equitativamente, en especial para los países en desarrollo, y asegurar un entorno externo propicio y relaciones económicas equilibradas y justas entre países desarrollados y en desarrollo. "Si queremos que la ONU continúe desempeñando una función, asegurando esos objetivos en el desarrollo económico mundial, entonces no debemos permitir que se desdibuje o se elimine el papel de la UNCTAD, que fue creada conjuntamente con la ONU para proteger y promover especialmente los intereses de los países en desarrollo y las economías más débiles del mundo." A pesar del mandato amplio que la Asamblea General de la ONU dio a la UNCTAD cuando la creó, y de su loable y notable historial de logros, actualmente este organismo está languideciendo y tanto su programa como su cometido han sido progresivamente cercenados y limitados. Según el canciller de Indonesia, este fenómeno se debe a que desde la década del 80 algunos países altamente desarrollados han hecho esfuerzos sistemáticos por limitar su mandato y reducir sus funciones en el ámbito económico internacional. "Y ahora, aun cuando la recomendación de la comisión de clausurar la UNCTAD está condicionada a la aceptación de un paquete amplio de propuestas de reformas institucionales (por ejemplo el Consejo de Seguridad Económico, etc.), es de esperar que aquéllos que permanentemente han intentado desembarazarse de la UNCTAD tomarán sólo la sugerencia de eliminar la UNCTAD. El argumento de que la creación de la OMC justifica el cierre de la UNCTAD también es erróneo ya que no refleja un conocimiento genuino de las funciones de ambos organismos, afirmó Alatas. Y agregó que las funciones de la UNCTAD van mucho más allá del comercio y abarcan temas económicos mundiales tales como productos básicos, dinero, finanzas, deuda, transporte, embarque, transferencia de tecnología, etcétera. OMC, institución del "statu quo" A los países desarrollados, agregó Alatas, no les gustaría que el programa de la OMC se "atestara" con esos temas ya que eso empañaría su naturaleza contractual. Por eso es muy poco probable que la OMC asuma la mayoría de las funciones de la UNCTAD en el amplio campo del desarrollo. Por último, Alatas dijo que la OMC puede ser definida como una institución del "statu quo" de la cual no se espera que cuestione el orden económico mundial ni las relaciones económicas internacionales existentes, ni que se interese en la equidad y la justicia y en la necesidad de corregir los desequilibrios predominantes de las relaciones económicas internacionales. En cambio, a la UNCTAD sí le preocupan mucho estos temas y tiene un "claro papel de defensa" que debe continuar siendo apoyado y accionado por los países del Movimiento de los No Alineados y del Grupo de los 77. Alatas manifestó que su oposición al cierre de la ONUDI se basa en las mismas consideraciones y argumentos. La ONUDI es un organismo especializado de la ONU de gran importancia para acelerar la industrialización del mundo en desarrollo, y su papel debe continuar siendo fortalecido y no menoscabado ni eliminado. Fuente: SUNS |