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Centro Sur Necesidad de actuar
Tanto Nyerere como Singh subrayaron que los países del Sur todavía deben analizar en profundidad y conocer en toda su magnitud los alcances de los acuerdos de la Ronda Uruguay, más aún cuando los países industrializados reclaman el establecimiento de normas ambientales y sociales a partir de las cuales se impondrían nuevos condicionamientos al comercio y a la prestación de ayuda. También insistieron en la necesidad de que los países del Sur actúen concertadamente para lograr ciertas reformas de los sistemas internacionales monetario, financiero y de comercio, así como al de intercambio de tecnología. Los cambios del poder mundial Desde el informe de la Comisión, expresó Nyerere, el mundo ha cambiado mucho y continúa haciéndolo a pasos agigantados. La guerra fría terminó. Ahora, en lugar de dos bloques hay uno solo que actúa como superpotencia. El alcance de los nuevos avances científicos y tecnológicos ha adquirido un ritmo de expansión increíble; las unidades económicas, políticas, militares y sociales poseedoras del conocimiento, la técnica y el capital necesario para explotarlos, han adquirido un poder renovado y aumentado sobre quienes carecen de ellos. Y los países en desarrollo todavía no han tomado plena conciencia de las repercusiones trascendentes que tienen para ellos los acuerdos de la Ronda Uruguay. "Ningún país podría escapar a los efectos de estos cambios", expresó Nyerere. Los países del Sur deben comprender estos cambios y lo que significan para las opciones de desarrollo, así como para sus propias necesidades, distintas de las necesidades y deseos de los países más ricos y desarrollados. Una vez que lo hayan entendido, estarán entonces en situación de poder actuar juntos para incrementar al máximo los beneficios que esas negociaciones o decisiones internacionales proporcionen al Sur. Dentro de su capacidad, el Centro Sur debe ofrecer una posición común para ser estudiada por el mundo en desarrollo. Manmohan Singh manifestó que si bien las conclusiones y recomendaciones de la Comisión ya tienen cinco años, no han perdido vigencia; sobre todo en lo que se refiere a las estrategias y los programas de reforma del Sur que lo harían encaminarse a un desarrollo independiente y centrado en el ser humano. Tales conclusiones se refieren a tres campos temáticos. En primer lugar, el replanteo de las políticas nacionales que fueron la base de una prosecución exitosa de los objetivos de desarrollo. En segundo lugar el papel de la cooperación Sur-Sur en la promoción del desarrollo sustentable. Y por último, la reforma del sistema económico internacional, en particular los convenios internacionales que rigen las corrientes de comercio, monetaria, de inversión, de intercambio de tecnología y la gestión del medio ambiente. Manmohan Singh: Luego del informe de la Comisión, y con posterioridad a su nombramiento como Ministro de Hacienda de India, Singh se encargó de iniciar un gran proceso de liberalización y reforma de la economía india. Algunos de sus críticos argumentaron que estaba desandando el camino trazado en el informe de la Comisión. Nyerere hizo alusión al tema cuando invitó a Singh a tomar la palabra. En efecto, el discurso de Singh, un texto preparado, respondió directamente este punto. Como la propia Comisión lo reconoció, dijo Singh, "en un mundo de cambios vertiginosos como el que habitamos, necesitamos movilizar los mejores recursos intelectuales del Sur de forma permanente para volver a examinar estrategias de desarrollo y opciones distintas, y trazar vías para hacer realidad el ideal de un desarrollo independiente centrado en el ser humano". El desarrollo es un proceso multidimensional en el que se dan cambios sociales, económicos y tecnológicos profundos. No podría ser importado, sencillamente. Un desarrollo exitoso requiere un compromiso nacional sólido y la creación de estructuras institucionales, sistemas de valores y un marco de política económica y social que promuevan el aumento del ahorro y su utilización eficiente, así como promover la creatividad, la innovación y el espíritu de empresa junto a una profunda preocupación por la justicia social. Hacer un análisis de los países que han vivido esa experiencia -la historia tanto del fracaso como del éxito- podría resultar muy instructivo para replantear estrategias futuras. El Centro Sur podría jugar un papel importante estableciendo convenios de colaboración con instituciones nacionales e internacionales que participen en este tipo de trabajo. Cooperación interregional para llenar el vacío de conocimiento El Centro Sur, continuó Singh, podría también desempeñar un papel protagónico llenando el vacío de conocimiento que existe en el Sur sobre otros países de la propia región. Esto es importante para promover la cooperación Sur-Sur con miras a aumentar las corrientes de comercio, de tecnología y de inversión así como la cooperación entre las organizaciones de investigación y desarrollo para alcanzar nuevas fronteras en los campos de la ciencia y la tecnología. Sobre el "tema crucial de un manejo equitativo y eficiente" de la creciente integración e interdependencia mundial de los países, el Ministro de Hacienda indio señaló que los convenios institucionales actuales han sido muy deficientes. Existe una larga agenda inconclusa para la reforma de los convenios internacionales que rigen las corrientes de comercio, tecnología, dinero y capital a través de las fronteras nacionales. No menos importante es el manejo equitativo de temas tan importantes, como medio ambiente, cambio climático, biodiversidad, pobreza y población. Si bien en los últimos años mucho se habló de la reforma del sistema económico internacional, aparte de la culminación de la Ronda Uruguay no ha habido resultados tangibles, expresó Singh. La volatilidad de los tipos cambiarios, las tasas de interés y los movimientos de capital continúan sumándose a las incertidumbres del contexto económico internacional. Acerca de la estabilidad ambiental y ecológica, ha habido una gran reticencia a acompasar las declaraciones de la conferencia de Río con mecanismos de apoyo tangibles para la provisión de capital y la transferencia de tecnologías inocuas para el medio ambiente, a precios razonables. "En efecto, el medio ambiente ha surgido como un poderoso condicionamiento adicional que rige las corrientes de asistencia para el desarrollo y comercio y, a menos que los países del Sur estén alertas y actúen en forma concertada, es muy probable que quienes manejan el sistema económico internacional sigan prestando escasa atención a los temas que preocupan a las tres cuartas partes de la humanidad que viven en el mundo en desarrollo. Este es el verdadero desafío para el Sur", afirmó Singh. La amenaza del proteccionismo Mientras que la mayoría de los países en desarrollo han liberalizado sus regímenes comerciales, en muchos países desarrollados surgieron fuertes presiones proteccionistas. El sistema multilateral de comercio ha estado amenazado por la tendencia creciente de algunos países poderosos a recurrir al unilateralismo. En esto, nuevamente, "los países en desarrollo necesitan trabajar concertadamente para enfrentar las nuevas amenazas". El MNA, el Grupo de los 15, el Grupo de los 24 y el Grupo de los 77 hicieron serios esfuerzos por desarrollar estrategias de cooperación para que el Sur resolviera estos temas vitales en los foros pertinentes: ONU, OMC, FMI y el Banco Mundial. Pero las cuestiones son sumamente complejas y requieren esfuerzos intelectuales de alto nivel de los países del Sur, que permitan comprender las reales implicancias de los enfoques alternativos y su impacto en el Sur. Si bien el Sur todavía debe asimilar las consecuencias de la Ronda Uruguay, "se enfrenta ahora a reclamos nuevos que le exigen vincular temas relacionados con las normas ambientales y sociales, con los temas comerciales". En este sentido, el Centro Sur podría ayudar a los países en desarrollo a reunir sus recursos intelectuales para elaborar estrategias de respuesta coherentes que aseguren un manejo más eficiente y equitativo del sistema económico mundial. Con sus limitados recursos y la vasta agenda que tiene frente a sí, el Centro Sur tendría que elaborar una cuidadosa lista de prioridades y no desperdigar demasiado sus recursos o duplicar trabajos realizados en el Sur, agregó Singh, quien a la vez pidió a la India que continúe apoyando al Centro. Conocer e interpretar Nyerere dijo que el Centro Sur no es la Secretaría del Sur, sino un pequeño think tank, cuyo trabajo se basa en la certidumbre de que los países del Sur cooperarán o actuarán juntos más eficientemente cuando accedan a un mayor caudal de conocimiento y lo compartan, y lleguen a interpretar los grandes temas internacionales. Identificar y expresar un interés común de los países del Sur no es lo mismo que buscar la confrontación con los países del Norte, expresó Nyerere. La existencia de distintos grupos de países, como los representados por la OCDE por un lado y el Grupo de los 77 y China por el otro, es la expresión de una realidad: el desequilibrio del nivel de desarrollo y por lo tanto el desequilibrio del poder en el mundo. Tal desequilibrio impone a todos la obligación de reducirlo. Esto no implica necesariamente una confrontación entre los países desarrollados del Norte y los países en desarrollo del Sur, sostuvo Nyerere. Varios dirigentes del Sur aclararon una y otra vez que no desean confrontación ni hostilidad entre el Norte y el Sur, que el Sur reconoce que todos los países del mundo son interdependientes y que prácticamente cualquier acción de uno afecta al otro. "Pero las acciones de los ricos y poderosos tienen un efecto mayor sobre los demás que lo que acontece en los países pobres y débiles. Este es el significado del desequilibrio de poder. Incluso los más pobres y pequeños de nosotros afectamos a los demás con lo que hacemos o dejamos de hacer. Siempre han existido diferentes grados de interdependencia. Pero ahora, con la velocidad y la naturaleza de las comunicaciones modernas, los efectos de los acontecimiento externos y las decisiones pueden ser muy veloces y de gran alcance (..) Para los débiles esos efectos pueden llegar a ser catastróficos. En el Sur tenemos que estar en condiciones y dispuestos en todo momento a expresar y a veces defender nuestros propios intereses cuando están amenazados o sobrevienen cambios. "Hacerlo no es una confrontación, sino el proceso normal de negociaciones entre grupos con intereses distintos, y es en interés de todos -del Norte y del Sur", expresó el ex presidente de Tanzania. El Centro Sur, subrayó, no es la secretaría del Sur ni un organismo político encargado de dirimir acciones de países del Sur o diferencias entre los países del Sur. Tampoco es un órgano ejecutivo del Sur. Su campo de acción se vincula a los asuntos económicos, sociales y culturales que afectan la paz y el desarrollo de los países y pueblos del Sur y sobre los que aquéllos se asientan. Su tarea también es efectuar recomendaciones. Compete a los gobiernos y pueblos del Sur estudiar esas recomendaciones y tomar las medidas que sean necesarias. Apoyo de gobiernos y ONGs Pero el trabajo que tiene por delante el Centro, así como su permanencia, necesitan del apoyo político, diplomático e intelectual de los gobiernos y ONGs del Sur. También requieren apoyo financiero de los gobiernos del Sur, del sector público y privado. Si bien la ayuda de amigos del Norte sería de gran utilidad, "el Centro debe seguir siendo un instrumento del Sur, o no será nada". Sin embargo, en los últimos meses, a los países del Sur y sus puntales -en el MNA, el Grupo de los 77 y el Grupo de los 15- les ha resultado difícil continuar generando ese tipo de apoyo. Sea por causa del temor al fantasma de la burocracia y de las costosas obligaciones financieras o por la falta de consenso en torno a proyectos institucionales o incluso al lugar de la sede, el hecho visible fue su incapacidad de acción. Incluso ahora no existen índices alentadores que hagan pensar en su disposición a establecer un centro de ese tipo. (Fuente: SUNS/CR) |