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Comercio
 
Mujeres-libre comercio

Más puestos de trabajo,
menor sueldo y seguridad


Los defensores del libre comercio se refieren a menudo al aumento en los puestos de trabajo para las mujeres como evidencia del éxito de esa política en los países en desarrollo, pero no mencionan el tipo de empleos disponibles y las condiciones


Los investigadores advierten que el lugar de las mujeres entre los asalariados del mundo es precario y penden sobre él las amenazas del sexismo persistente y la presión del mercado para mantener los salarios reducidos.

"No se puede considerar sólo el número de trabajos que se crearon, sino también el tipo de empleos disponibles y las condiciones", dijo María Floro, profesora de economía de la American University, en una conferencia patrocinada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre la Mujer (ICRW).

Para Floro, el trabajo femenino continuará siendo algo inseguro hasta que "la obtención de empleo se convierta en un derecho y no sea apenas algo sujeto a los caprichos del mercado".

"Podemos considerar la feminización de la fuerza de trabajo como un don, pero debemos preguntarnos qué sucederá en el futuro", dijo Lourdes Beneria, directora de estudios sobre América Latina en la Universidad Cornell.

Beneria sostuvo que existen "señales de alerta" que indican que las mujeres de países en desarrollo podrían ser arrojadas nuevamente a la economía marginal, a pesar de que la globalización de la economía "tendió a incrementar el número de trabajadoras".

Contratos informales

Dos tendencias que no traen buenos augurios para el futuro de las mujeres trabajadoras -como las registradas en la industria de maquila y las plantas de ensamblaje en México- son los crecientes empleos masculinos altamente calificados y el reemplazo del trabajo formal y estable por contratos informales.

La maquila es una forma de subcontratación internacional por la cual un país suministra, fundamentalmente, tecnología y capital, y el otro, mano de obra y materias primas.

A medida que la producción se automatiza, "es habitual que los hombres obtengan mayor salario que las mujeres en empleos en los que se aplica tecnología de avanzada", dijo Sarah Gammage, economista del ICRW.

Las mujeres frecuentemente carecen de entrenamiento adecuado debido a la discriminación, acotó Gammage. Tanto el sector público como el privado invierten poco en la capacitación femenina, por lo que "se las echa con más facilidad del mercado laboral", agregó. Gammage exhortó a incrementar los esfuerzos para el entrenamiento de mujeres, pero advirtió que eso deberá estructurarse de modo de evitar la creación de "trabajos 'guetizados' femeninos" a bajo salario.

Sexismo y alta tecnología

La socióloga Patricia Fernández Kelly, de la Universidad Johns Hopkins, sostuvo que los varones resultan favorecidos a causa del sexismo aun cuando el entrenamiento es similar en ambos géneros. Según Fernández Kelly, los hombres reemplazan rápidamente a las mujeres en las industrias mexicanas de electrónica de avanzada y equipamiento de automóviles, las maquiladoras de mayor crecimiento y que aplican tecnología más moderna.

La socióloga explicó que esto sucede porque "se supone que los trabajadores poseen cerebros masculinos que no existen en los cuerpos femeninos".

"La definición de la habilidad no es neutral en cuanto a género", dijo la economista holandesa Rachel Kurian.

Como los trabajadores considerados diestros obtienen mejor salario, importa la definición de quién lo es y quién no está "motivada políticamente", pues "algunos trabajos son considerados de habilidad cuando los realizan hombres, pero no cuando los efectúan mujeres".

El hecho de que el sexismo continúe siendo decisivo en el lugar de trabajo no debería ser sorprendente debido a la estructura de las maquiladoras o cualquier industria que apunte a la exportación, según Fernández Kelly. "Las mujeres, básicamente, son contratadas porque son altamente explotables", dijo en tal sentido. Irónicamente, las mujeres mexicanas son víctimas del sistema económico que las introdujo en el mercado laboral, agregó Fernández Kelly.

La técnica explicó que la política económica que dio a luz a las industrias orientadas hacia la exportación de México también incluye medidas de austeridad que perjudicaron al sector agrícola. Como resultado, añadió, un creciente número de hombres jóvenes procedentes de áreas rurales debieron buscar empleo en las maquiladoras, reemplazando a mujeres incluso en trabajos femeninos tradicionales como la costura.

Libre mercado afecta al empleo femenino

Gammage afirmó que la economía de libre mercado afecta el empleo femenino en todo el mundo. Las "presiones de la competencia internacional" fuerzan los salarios a la baja, lo que resulta en una "creciente informalización del trabajo de las mujeres", dijo.

En ese sentido, argumentó, los trabajos estables en fábricas se ven reemplazados por empleos que se realizan en el hogar.

Esta es una tendencia mundial que afecta desde 1980 tanto a hombres como a mujeres, según Margaret Chen, investigadora del Instituto para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard.

Una parte significativa de industrias clave, como las del sector textil y la vestimenta en México y Chile, dependen ahora del contrato de trabajo informal, sin empleos estables, explicó Chen.

(Fuente: SUNS/IPS)


 

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