Estados Unidos y la Unión Europea se enfrentaron en el debate de una propuesta para excluir a los países miembros morosos de la ONU de la posibilidad de obtener contratos como proveedores de la organización mundial.

Si un estado miembro no paga su contribución, adujo la Unión Europea (UE), no tiene autoridad moral para beneficiarse del sistema de las Naciones Unidas.

El mayor moroso

Pero Estados Unidos, el mayor contribuyente y también el mayor moroso de la ONU, manifestó que cualquier intento de penalizar a los miembros sería violatorio de la carta de las Naciones Unidas, que garantiza la igualdad de todos ellos ante el organismo mundial. "El otorgamiento de los contratos debe basarse en criterios comerciales objetivos", declaró el delegado William Grant al Comité de Administración y Presupuesto. "Imponer un castigo a los estados miembros trascendería los límites de la Carta".

Estados Unidos debe a la ONU más de 1.500 millones de dólares. Al mismo tiempo, las compañías estadounidenses ganaron por lo menos un 33% de los contratos de las misiones de paz y un 20% de otros contratos de la ONU para el suministro de bienes y servicios a la organización.

Una propuesta presentada en abril por los quince miembros de la Unión Europea exhortaba al secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, a dar preferencia a los proveedores de países que hubieran pagado sus obligaciones con la organización. El interés central de la disposición era el de impedir a las compañías estadounidenses beneficiarse de los giros multimillonarios que generan actualmente las Naciones Unidas. Pero luego de fuertes protestas de Washington, la cláusula punitiva fue sacada del sistema de compras de las Naciones Unidas, que se está renovando.

El mayor contratista

La Asociación Naciones Unidas de Estados Unidos (UNA-USA), con sede en Nueva York, informó que el sistema de la ONU gastó en 1994 alrededor de 3.800 millones de dólares en compras de alimentos, vacunas, suministros asistenciales, equipos de oficina y vehículos militares para sus operaciones en todo el mundo.

La participación de Estados Unidos en esos gastos es estimada en 737 millones de dólares: 20% del total y un aumento de 43% sobre las compras de 1993.

Sólo en 1994, Estados Unidos suministró bienes y servicios por un valor superior al triple de las ventas del segundo país proveedor en la lista, que fue Italia, con 230 millones de dólares, lo que significa un 6,1% del total.

Hablando en nombre de la Unión Europea, Renata Archini, de Italia, declaró que lamentaba que no se hubiera llegado a algún acuerdo en la materia. "Pero la Unión Europea seguirá ajustándose a los principios siempre que se plantee el tema de las compras", expresó.

En enero, la Unión Europea acusó a Washington de hacer dinero con la ONU mientras que por otro lado no cumplía con sus obligaciones financieras para con el organismo mundial, sumido en penurias financieras.

El embajador Paolo Fulci, de Italia, dijo que los pagos de Estados Unidos a la ONU son superados ampliamente por la facturación de los bienes y servicios suministrados por empresas estadounidenses a los organismos de la ONU. "La mora de los estadounidenses crece cada vez más, lo que induce a los legisladores italianos a preguntarse por qué deben pagar su contribución a las Naciones Unidas en fecha, en la medida que el mayor beneficiario de su sistema de compras no lo hace", declaró a la prensa.

La Unión Europea reclama un sistema de incentivos y sanciones para resolver su crisis financiera, y para ello quiere que las Naciones Unidas excluyan a los abastecedores de los países que adeudan sus aportes al organismo mundial. También quiere que se establezcan limitaciones en la contratación de ciudadanos de los países en mora.

(Fuente: SUNS/IPS)