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UNCTAD IX Mandato más claro y fuerte
por Chakravarthi Raghavan
Algunas delegaciones de la Unión Europea hicieron lo propio en declaraciones a los medios de prensa y sugirieron que la discusión sobre la Ronda Uruguay y sus secuelas, o sobre el programa de trabajo incorporado para negociaciones y los nuevos temas comerciales de la agenda, no son competencia de la UNCTAD y deben permanecer en el ámbito de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Las delegaciones de la Unión Europea habían declarado a la prensa que la función de la UNCTAD se limitaría a ofrecer asistencia técnica a los países en desarrollo en los temas decididos. Respuestas de Ricúpero Se preguntó entonces a Rubens Ricúpero, secretario general de la UNCTAD, cómo veía la función de la UNCTAD en materia de asuntos comerciales, máxime cuando las grandes potencias, en particular la Unión Europea, bloquearon la posibilidad de realizar en ese ámbito un análisis sobre los "ganadores y perdedores" de la Ronda Uruguay e insistieron en que la UNCTAD sólo debería abocarse a las "ganancias" y "oportunidades". Ricúpero manifestó que en el documento se habían establecido claramente los mandatos de la UNCTAD en materia comercial. El problema de los países importadores netos de alimentos fue uno de los temas más difíciles que surgieron en la Conferencia, y quedó pendiente en los acuerdos de Marraquesh. La UNCTAD, en cooperación con la OMC, estuvo mandatada a ofrecer información analítica sobre la forma en que los resultados de la Ronda Uruguay están afectando a los países importadores netos de alimentos, "y vamos a hacerlo", dijo Ricúpero. Otro tema de las negociaciones de la Conferencia fue el de la propiedad intelectual. Pero incluso antes de la Conferencia, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) había solicitado a la UNCTAD que preparara una evaluación de las consecuencias económicas del acuerdo sobre TRIPs de la Ronda Uruguay. "Ya emprendimos este trabajo y seguiremos haciéndolo con la misma integridad y honestidad intelectual que en el pasado", declaró Ricúpero. "Seguiremos observando la aplicación de Ronda Uruguay" En términos más generales, con respecto a los acuerdos de la Ronda Uruguay, el secretario de la UNCTAD añadió: "Seguiremos observando la aplicación de los acuerdos de la Ronda Uruguay. El grado de aplicación es incompleto y en algunos casos todavía quedan algunos años para la liberalización". Con respecto al tema del acuerdo multilateral en materia de inversiones (impulsado por la dirección de la OMC y la Unión Europea así como varios miembros de la OMC), Ricúpero señaló que algunos países en desarrollo estaban descontentos con lo que se había propuesto hasta el momento. Existe una iniciativa de la OCDE, cuyos miembros están negociando entre sí un acuerdo plurilateral que esperan concluir en este mes de junio, y será abierto a la adhesión de otros países. En el documento final se mandata a la UNCTAD a centrar su atención en la "identificación y análisis de las consecuencias para el desarrollo de los temas asociados a un posible marco multilateral en materia de inversión, comenzando con un examen de los acuerdos existentes, tomando en cuenta los intereses de los países en desarrollo y recordando el trabajo realizado por otras organizaciones. En este sentido, debe destacarse el papel de la OCDE y las actividades de este programa para explicar los últimos procesos de esa organización". UNCTAD analizará acuerdo sobre inversiones "Analizaremos todos los aspectos de este Acuerdo en materia de inversión, sus fundamentos y por qué es necesario...", declaró Ricúpero. Subrayó que corresponde a los países que consideran que ese marco es necesario, y no a la UNCTAD, explicar los fundamentos de esa necesidad. "Hay muchas declaraciones de parte de la Unión Europea y de Estados Unidos...(sobre) las consecuencias de los acuerdos bilaterales y de acuerdos de grupos regionales. También hay muchas medidas unilaterales para liberalizar. El argumento esgrimido por quienes defienden el marco multilateral es que existe el peligro de que comiencen a proliferar normas contrarias, y que para tener normas universales será necesario tener un marco que comprometa a todos los países, y no solamente a algunos grupos", afirmó. "Pero existe controversia acerca del contenido de un acuerdo en materia de inversiones de ese tipo", continuó exponiendo Ricupero. "El problema básico es cómo adaptar los derechos y obligaciones de los inversores, no sólo las grandes trasnacionales sino también las pequeñas y medianas empresas, y los derechos de los países receptores en diversos aspectos, incluso, por ejemplo, en tecnología. "También hay discrepancias en torno al 'derecho de establecimientó, el derecho a invertir en cualquier sector, con la única excepción de (negar el derecho por) razones de seguridad. "Todos estos asuntos están siendo analizados a nivel internacional y está en marcha un proceso de discusión en torno a los mismos. Lo que la UNCTAD intentará hacer es presentar una opinión equilibrada. Trataremos de estudiar distintas posiciones frente al problema y qué posibilidades hay de llegar a un equilibrio..." Aportes en materia de deuda Un periodista africano señaló que mientras muchos países africanos sufren por la carga de la deuda, Estados Unidos vetó que la UNCTAD considerara el tema de la deuda e insistió en que el ámbito de discusión fueran las instituciones de Bretton Woods. La Declaración de Marraquesh había pedido ayuda para los perdedores de la Ronda Uruguay. Pero nada ha surgido de todo esto y Estados Unidos también bloqueó cualquier referencia a los TRIPs. Aparentemente, el documento falló en estos temas. El presidente de la Conferencia, Alex Erwin, manifestó que no estaba de acuerdo con esa opinión ya que surge de los textos "un compromiso muy constructivo con dichos temas". La UNCTAD, manifestó Ricúpero, nunca fue el foro para negociar los problemas de la deuda externa, pero dio ideas e información analítica y propuestas. Muchas de las ideas de la UNCTAD fueron adoptadas por el FMI y otros organismos: por ejemplo la opinión de la UNCTAD de que no alcanza con reprogramar la deuda, sino que debe ser rebajada. La Conferencia ha estado ofreciendo asistencia técnica a los países que negocian con el Club de París (de acreedores oficiales) y eso se mantiene. El servicio de administración de la deuda y la asistencia técnica también se mantienen. "Asimismo conservamos nuestra función de monitorear y examinar las propuestas. Dentro de pocos meses el FMI y el Banco Mundial tendrán que presentar propuestas definitivas sobre la deuda con las institucioens multilaterales. La UNCTAD será una de las instituciones que examinará y analizará dichos planes". Estos temas, expresó, están claramente expuestos en el documento. "Se enterró el pesimismo" En su alocución en la sesión plenaria final, el embajador de Tanzania, Ali Mchumo -que presidió el grupo de trabajo sobre inversión y empresas- señaló que ninguna otra conferencia de la UNCTAD había sido precedida de tantas expresiones de duda en cuanto a la vigencia de la organización, y muchos se habían preguntado si iban a Midrand a enterrar a la UNCTAD o a renovarla y fortalecerla. Con la adopción del documento final, sostuvo, "lo que se enterró aquí es el pesimismo sobre la función de la UNCTAD para servir a la humanidad hoy y en el porvenir... Para los PMA, el beneficio más importante es la seguridad de que..., el resto de la comunidad mundial se preocupa por el sufrimiento de los más desposeídos, y la conciencia de que la sociedad mundial no puede sentirse bien consigo misma si la mayoría de sus miembros vive en la pobreza abyecta, mientras aumenta la riqueza total del mundo". Cuando los delegados comenzaron a llegar a Midrand para la Conferencia -y luego de la exhortación del Secretario General de la ONU de centrar la atención en los 2.000 millones de marginados y excluidos de la economía mundial en vías de globalización- en los corrillos comenzó a circular un chiste: que el mundo tiene "2.000 millones más 120 (profesionales de la UNCTAD) enfrentados al riesgo de la 'exclusión y la marginación'". Cuando la Conferencia terminó, los 120 obtuvieron un "respiro" y se "salvaron" (por lo menos temporalmente) de la marginación, pero parecería que el destino de los 2.000 millones sigue aún pendiente. Si la corrida precipitada a la globalización no se ve paliada con medidas, normas y políticas internacionales que combinen la competencia con la solidaridad, lo que suceda a los 2.000 millones dependerá en gran medida de cómo los países en desarrollo funcionen en la práctica y hagan uso de las oportunidades e instrumentos creados en la UNCTAD, organismos intergubernamentales y reuniones de expertos. También dependería no sólo de la eficiencia sino de la "competencia" colectiva e individual de la Secretaría -que a su vez depende no sólo de la posible fortaleza de quien esté al mando, sino también de los recursos y la flexibilidad con que se lo dote- el sopesar y formular ideas y planes; y de la voluntad de los organismos intergubernamentales para considerarlos y traducirlos en acción, tanto en la UNCTAD como en otros ámbitos. También depende de los estados miembros y de cómo funcionen en los niveles intergubernamentales. La reunión ministerial del Grupo de los 77 en Midrand emitió una declaración en la que prometió mayor cooperación y coordinación interna. Pero en la Conferencia no se dieron muchas pruebas de estas promesas. Los grupos regionales africano y asiático estuvieron claramente "abocados" a salvar y dar forma a los resultados. Pero con algunas excepciones, los países latinoamericanos como grupo dejaron la impresión de estar menos comprometidos con la UNCTAD y de volcarse cada vez más a la OMC.
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