El Banco Mundial autorizó la inspección de la polémica represa hidroeléctrica argentino-paraguaya de Yacyretá y el BID decidirá si inicia una investigación por su cuenta del crédito concedido para la construcción de la represa. El lago de la represa inundará las viviendas y lugares de trabajo de 50.000 personas, la mayoría en Paraguay.

El Panel de Inspección del Banco Mundial tiene cuatro meses para pronunciarse sobre las acusaciones en el sentido de que la entidad no cumplió con sus propias políticas ambientales, sociales y financieras al prestar dinero para la obra. Fuentes oficiales y no gubernamentales estiman que es probable que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) autorice su propia investigación después de la sesión anual del organismo, que se realizará del 17 al 19 de marzo en Barcelona, España.

El Banco Mundial y el BID, que concedieron 1.600 millones de dólares en préstamos para Yacyretá desde 1979, iniciaron el análisis por separado de la protesta formal realizada por Sobrevivencia, la rama paraguaya de la organización ambientalista internacional Amigos de la Tierra. La decisión del Directorio del Banco Mundial, adoptada en una sorpresiva reunión el 28 de febrero, constituye un paso importante en el proceso de análisis que se inició con el reclamo presentado ante el Panel de Inspección de la entidad por Sobrevivencia, por sí y en nombre de las personas que viven a las orillas del río Paraná. Del análisis preliminar del proyecto que realizara el Panel de Inspección surgió la recomendación al Directorio de llevar a cabo un análisis cabal y minucioso de los numerosos problemas acarreados por la aplicación del proyecto.

La decisión es tomada como índice de un renovado compromiso con el proceso del Panel de Inspección. La autorización para llevar a cabo la inspección de un proyecto como el de Yacyretá, en el que participa un país prestatario tan poderoso como Argentina, fue difícil para el Directorio. Previamente, cuando se discutió por primera vez la decisión hace tres semanas, no se había podido llegar a un consenso. Parecería que la participación directa del presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, fue decisiva para que el Directorio llegara a un consenso y autorizara la realización de un "análisis" del reclamo y una "evaluación" del plan de gestión. Aparentemente, a pesar del uso de estos términos nuevos -omitiendo la noción de "investigación"-, no se reducirían los poderes del Panel para investigar los reclamos presentados.

Elías Díaz Peña, de Sobrevivencia, señala que la decisión del Directorio, autorizando una inspección, alienta la esperanza de que se formularán y aplicarán adecuadamente planes de mitigación de los impactos sociales y ambientales del proyecto. "Pensamos que esto es una prueba de que las personas afectadas por los grandes proyectos no tienen por qué quedar al margen del proceso. Este reclamo demuestra que es posible acercar los temas que preocupan a las personas a los niveles decisorios de los Bancos. Esta decisión también refuerza nuestra esperanza de que los organismos financieros dejarán de promover proyectos a gran escala, como el de Yacyretá, que resultan social y ambientalmente destructivos y responderán a las prioridades reales de las comunidades locales contribuyendo a la creación de sociedades sustentables", afirmó.

La decisión es importante también para el proceso del Panel de Inspección, que reiteradamente ha tenido problemas políticos cuando las decisiones llegan a nivel del Directorio. En casi dos años, éste es el primer reclamo que recibe la aprobación del Directorio para realizar una inspección.

Según Dana Clark, abogada del Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL), "la decisión de autorizar una investigación de Yacyretá augura un renovado compromiso con la responsabilidad y la transparencia, que constituyen el sello de garantía del proceso del Panel de Inspección. El Panel no puede seguir trabajando con eficacia sin el apoyo permanente del Directorio".